Durante 2023, las marcas de camiones han hecho un esfuerzo reseñable por incorporar nuevos modelos eléctricos a una oferta que poco a poco se va ensanchando, pero con retos pendientes.
Los dos principales tienen que ver con un despliegue efectivo de la red de recarga y con la falta de ayudas públicas adecuadas que permitan apostar a las empresas del sector por avanzar en sostenibilidad con todas las garantías jurídicas y con un esquema que permita mantener la necesaria neutralidad tecnológica, teniendo en cuenta especialmente las necesidades operativas de cada segmento de actividad.
Por un lado, la oferta de vehículos eléctricos sigue expandiéndose, mientras que las opciones ganan eficiencia y competitividad.
Al tiempo, las experiencias con estas unidades se multiplican al amparo de diversos proyectos que requieren de la colaboración activa de las marcas, los transportistas y sus clientes para poner en marcha rutas que sin una apuesta decidida por parte de los actores no lograrían salir adelante.
En este contexto, sin embargo, los empresarios del transporte reclaman ayudas más adecuadas a sus necesidades, a las que puedan acceder fácilmente y orientadas a reducir las emisiones contaminantes efectivamente, sin tener que decantarse exclusivamente por la energía eléctrica.
Realismo y sostenibilidad
El argumento central del sector puede rsumirse en la idea de que si lo que se quiere es descarbonizar la actividad del transporte puede hacerse de manera inmediata con tecnologías ampliamente disponibles y a un coste razonable, o al menos no disparatado.
Al mismo tiempo, las marcas siguen adelante con su apuesta tecnológica por el hidrógeno, como energía alternativa de gran futuro, especialmente en servicios de más larga distancia.
Así pues, el año pasado, Volvo inició las primeras pruebas en carreteras públicas para sus unidades de pila de combustible y, de igual modo, Daimler también ha empezado a desarrollar pilotos con clientes en condiciones reales.
También en lo que respecta a otras energías, la marca sueca ha reforzado su apuesta por el biogás con la incorporación a su gama pesada un nuevo motor de biogás de 500 CV de potencia y añade nuevas actualizaciones a la motorización que usa este combustible para reducir consumo y alargar su autonomía.
Industria y transportistas abogan por considerar las tecnologías existentes para reducir emisiones de manera inmediata”.
En el ámbito puramente eléctrico, Mercedes-Benz presentó en 2023 oficialmente su camión eléctrico de larga distancia eActros 600, que empezará a producirse en serie a finales de 2024 y que forma parte de una solución integral de electrificación.
Del mismo modo, MAN ha iniciado las ventas sus primeros camiones eléctricos el año pasado y se planteaba distribuir las primeras 200 unidades a clientes seleccionados a partir de este 2024.
A su vez, Renault Trucks ha reforzado el diseño y la seguridad de su gama de distribución, con un nuevo diseño exterior, entre otros aspectos.
Por otro lado, Tesla ha llevado a cabo las primeras pruebas en condiciones reales de servicio para su camión Semi en los Estados Unidos.
En esta misma línea, el año pasado DAF ha dado a conocer su nueva gama DAF XB de distribución y transporte regional, con tres versiones, modelos eléctricos y adaptados también para el sector de la construcción. Esta misma marca también ha introducido en su gama nuevos vehículos para el segmento de construcción. La pasada primavera, el fabricante neerlandés inició la producción de camiones eléctricos en sus instalaciones de la ciudad de Eindhoven.
Pesos y dimensiones
También en el ámbito de la industria, otros dos asuntos han estado de actualidad a lo largo de 2023 y mantienen su vigencia durante 2024.
Por un lado, en primer lugar, durante el año pasado las instituciones europeas han puesto en marcha la reforma de la regulación de pesos y dimensiones, mientras que en España este mismo cambio legal parece que se demora, pese a que el sector aboga por tenerlo cuanto antes para anticiparse a la regulación europea.
Precisamente en Europa, pese a los avances realizados a lo largo de todo 2023, las elecciones al Parlamento Europeo del próximo mes de junio ponen un punto seguido al expediente a la espera de cómo se configure la Eurocámara para los próximos cinco años.
A fecha de elaboración de esta información, en Europa, el Parlamento Europeo ya ha fijado su posición definitiva, mientras que en España, Transportes prevé que los cambios legales puedan estar listos antes de finales de 2024, una vez los tramite el Ministerio del Interior.
Tacógrafo inteligente
Por otra parte, 2023 ha sido también el año de la entrada en vigor del nuevo tacógrafo inteligente de segunda generación, un aparato de control llamado a dar más seguridad a las operaciones de transporte.
Sin embargo, algunos problemas relacionados con el geoposicionamiento y con la escasez de equipos obligaron a retrasar su entrada en vigor definitiva, prevista para el pasado mes de agosto, e introducir una moratoria para facilitar la transición.
Precisamente la gestión de este proceso de cambio también sigue despertando preocupación en el sector, dado que persisten los cuellos de botella para ir instalando los aparatos de control de una manera ordenada.
La oferta de vehículos alimentados con nuevas energías sigue creciendo, pero persisten las dudas sobre el desarrollo de las redes de recarga”.
En el segmento de vehículos comerciales, Stellantis ha diseñado una estrategia para potenciar su posición en el mercado de comerciales basada en la renovación de toda la gama de furgones y la llegada al mercado de nuevas variantes eléctricas.
De igual manera, también el pasado ejercicio se ha dado a conocer la nueva Nissan Townstar Van L2, una nueva furgoneta de la marca japonesa que está disponible con motores de propulsión 100% eléctricos y de gasolina.
En definitiva, los procesos de transformación energética y de digitalización siguen marcando un año más la evolución de la industria del transporte, mientras el sector pugna por intentar sobreponerse al alto grado de incertidumbre que sigue dominando las perspectivas empresariales y, consecuentemente, las decisiones de los transportistas sobre inversiones.