Jordi Espin TRANSPRIME 240208 2
Secretario General de TRANSPRIME Spanish Shippers’ Council
¿Cómo se puede garantizar la estabilización de la cadena, más allá de la atención social ?

Disrupción o estándar: una tensión recurrente en el mundo logístico

La respuesta a la estabilización de las cadenas de suministro está en la estandarización y en la acreditación del desempeño de la logística ética.
14/05/2024 a las 16:17 h

La logística de hoy se sitúa en un entorno tensional recurrente. La sociedad adora el accidente y el titular que, desgraciadamente, se impone a la estabilidad. Las cadenas de transporte se han mostrado más que vulnerables ante las noticias de situaciones climáticas o geopolíticas en constante choque, también ante las situaciones locales de colapso del supply chain. 

¿Cómo se puede garantizar la estabilización de la cadena, más allá de la atención social y al mismo tiempo conectarla con elementos estabilizadores? La respuesta está en las claves que serán determinantes durante los próximos tiempos: la estandarización y la acreditación del desempeño de la logística ética.

Estándares

Debemos buscarlos y adaptarnos a ellos, ya que sin ellos no hay futuro. Son necesarios para conectar, simplificar y evitar conflictos. En todas partes. En los contratos, en el lenguaje que utilizamos y en la definición de las políticas de transporte que abordemos para que sean sólidas y fundamentadas. Utilizar particularizaciones no sirve, no conecta con nada ni con nadie. Es necesario adoptar códigos de conducta referentes, estándares y globales. 

El IRU Charter, el protocolo universal y global de colaboración entre los cargadores globales, Global Shippers’ Alliance, los transportistas globales, representados por IRU y el sindicato global de conductores, ITF, es un decálogo abierto, útil e indispensable para avanzar en el mejor trato a los conductores, y en el reconocimiento de la mejora de las condiciones del transporte terrestre. 

El mensaje y los códigos globales de conducta que el IRU Charter aporta, merecen ser adoptados por todas las organizaciones y actividades logísticas, ya sean de cargadores, de transportistas, de operadores o de agentes vinculados a la logística. Su utilidad en la esfera cotidiana del transporte es más que esencial y puede ser comprobada en los “checklists” disponibles de la web de IRU Charter para estimar sus grados de cumplimiento.

Los puertos ya se han sumado a este estándar, como agentes diseminadores de esta nueva política relacional, y con paso firme, el resto de la comunidad logística lo está haciendo también, ya que es un protocolo abierto y de uso libre para todos. 

Acreditación de una logística ética

La Directiva de Diligencia Debida en Sostenibilidad Corporativa (CS3D), será la nueva normativa europea que marcará un paso definitivo de adaptación al nuevo marco de logística ética. Ésta demandará la evaluación del comportamiento logístico empresarial acerca de los derechos humanos de los trabajadores implicados en ella, con las validaciones que correspondan. 

En este sentido, la Certificación del Cargador Responsable (CCR), acredita el comportamiento de las empresas cargadoras bajo un nuevo concepto de excelencia logística basado en el bienestar del conductor y la colaboración con los partners de transporte. La cooperación, los tiempos de carga ajustados, la buena planificación de flujos, los pagos a tiempo y el respeto a los conductores conforman su índice básico. 

Este instrumento marcará la tendencia para afrontar el mundo disruptivo con menos choques logísticos, ya que su concepto esencial de marca colaborativa y “caja de herramientas” de mejora continua configuran su ADN. Sólo a través de la incorporación de estos dos básicos elementos, la estandarización y la acreditación de la logística colaborativa, las empresas cargadoras y los agentes logísticos que los legitimen se convertirán en actores logísticos a prueba de futuro para transformar la cadena de suministro en una cadena de confianza.