Laureano Vegas
Director de Cadena de Suministro
Laureano Vegas, director de Cadena de Suministro

Hacia una gestión basada en el conocimiento

El verdadero avance que implica un puerto inteligente es pasar de una gestión basada en el dato a una gestión basada en el conocimiento.
19/12/2024 a las 14:01 h

La reciente aprobación de la nueva Norma UNE de Puertos Inteligentes por parte de Puetos del Estado supone un antes y un después en la evolución de los puertos hacia entes capaces de aprovechar las nuevas tecnologías para aportar servicios de alto valor añadido.

La digitalización es un proceso que avanza a pasos agigantados, impulsado por una revolución tecnológica con multitud de frentes. En el ámbito portuario, todos estos cambios tienen efectos sobre la operativa del transporte marítimo, las actividades en puertos y terminales, las emisiones, la gobernanza portuaria, las relaciones comerciales, los trámites aduaneros y contractuales, entre otros muchos aspectos que confluyen en el ámbito portuario.

Todo ello tiene un denominador común y es el que ha enunciado en la presentación de la Norma UNE de Puertos Inteligentes el propio presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena: el verdadero avance que implica un puerto inteligente es pasar de una gestión basada en el dato a una gestión basada en el conocimiento.

Si hasta recientemente, la tecnología recogía grandes cantidades de datos y los ponía a disposición para su análisis por seres humanos, ahora, el desarrollo de la inteligencia artificial y de otras tecnologías adyacentes, como el deep learning o el machine learning, permiten no solo recoger y clasificar datos, sino que, además, consiguen realizar análisis que ganan en precisión a medida que se entrenan y ’aprenden’ con los registros que van incorporando.

El futuro de los puertos no solo está en el desarrollo de infraestructuras sino más bien en el de servicios de valor añadido para sus comunidades portuarias.

En este contexto cada vez más tecnificado, la competitividad de un sector no solo se mide por infraestructuras, medios y capacidades, sino que su verdadero papel viene dado por el aprovechamiento que puede conseguir de todo el volumen de información que gestiona y por sus capacidades para canalizar todos esos datos en verdadero conocimiento.

En los puertos sucede algo parecido. Su futuro no solo está en el desarrollo de infraestructuras capaces de atender grandes volúmenes de mercancías, sino que también tendrán que desarrollar servicios de valor añadido para sus comunidades portuarias.

Se abre así un nuevo panorama para la colaboración, como vector fundamental para la competitividad de los puertos y de todos y cada uno de los actores que participan en este sector complejo y apasionante.

Un viaje hacia el conocimiento que no ha hecho más que  empezar.