Índice de la Economía y la Sociedad Digitales DESI

La UE avanza en la integración de nuevas tecnologías

La pandemia ha acelerado las tendencias existentes en el trabajo en remoto, el comercio electrónico y la automatización, pero aún queda mucho camino por delante en la adopción de tecnologías que serán clave en el futuro, como la Inteligencia Artificial y el Big Data.

24/07/2024 a las 23:33 h
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Desde 2014, La Comisión Europea ha estado supervisando el progreso digital de los Estados miembros a través de los informes del Índice de la Economía y la Sociedad Digitales. Ya en 2023, y en consonancia con el Programa de Política para la Década Digital 2030, el DESI se integró en el informe sobre el estado de la Década Digital y se utiliza para supervisar los avances en los objetivos digitales. 

En general, se estima que la pandemia ha acelerado las tendencias existentes en el trabajo en remoto, el comercio electrónico y la automatización. Los resultados de DESI 2022 muestran que, si bien la mayoría de los Estados miembros están avanzando en su transformación digital, la adopción de tecnologías clave por parte de las empresas, como la Inteligencia Artificial y el Big Data, sigue siendo baja. 

Además, es necesario intensificar los esfuerzos para garantizar el pleno despliegue de la infraestructura de conectividad 5G.

Finlandia, Dinamarca, los Países Bajos y Suecia siguen a la cabeza de la UE en este ámbito, pero los desafíos digitales persisten también para la mayoría de los países pioneros.

Los demás Estados miembros están avanzando y existe una tendencia general al alza. En particular, aquellos países que partieron de niveles más bajos están gradualmente poniéndose al día, creciendo a un ritmo más rápido. 

Por ejemplo, Italia, Polonia y Grecia mejoraron sustancialmente sus puntuaciones DESI en los últimos cinco años e implementaron inversiones sostenidas en lo digital, respaldadas por financiamiento europeo.

El Camino hacia la Década Digital propuesto introduce un proceso de cooperación estructurado entre la Comisión y los Estados miembros, en el que participa el Parlamento Europeo, para trabajar colectivamente hacia objetivos a nivel comunitario, así como hacia objetivos comunes más amplios, y el progreso en la puesta en práctica de la Declaración sobre Derechos y Principios Digitales. 

Los objetivos propuestos se organizan en cuatro puntos: una población digitalmente capacitada y profesionales digitales altamente cualificados; infraestructuras digitales seguras y sostenibles; la transformación digital de las empresas y la digitalización de los servicios públicos. 

El actual contexto geopolítico tras la invasión rusa de Ucrania hace que sea aún más relevante la implementación detecnologías e infraestructuras digitales innovadorasbasadas en los valores y principios de la Unión Europea, así como el fortalecimiento de la ciberseguridad. 

Por ejemplo, ha demostrado los peligros y riesgos sustanciales que presenta la desinformación ‘on-line’ para la seguridad y el funcionamiento de las democracias, sociedades y economías. 

Como resultado, las instituciones de la UE y las autoridades nacionales han intensificado la cooperación y el intercambio de información en relación con la ciberseguridad. Además, la revisión del Código de prácticas de la UE sobre desinformación y la Ley de servicios digitales proporcionan medios eficientes para garantizar que las plataformas ‘on-line’ puedan contrarrestar la desinformación.

Cabe apuntar que el Programa de Política para la Década Digital 2030 se basa en una estrecha cooperación con los Estados miembros para garantizar el progreso colectivo y la participación de las partes interesadas a nivel europeo, nacional, regional y local. 

Es complementario del Semestre Europeo para la coordinación de políticas económicas y sociales, así como del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que tiene una fuerte dimensión digital. Actualmente, el 26% de la asignación total de los Planes de Recuperación y Resiliencia, equivalente a 130.000 millones de 502.000, se dedican a la transformación digital.

Contexto actual

El año 2022 ya fue testigo de una mayor aceleración de las tendencias clave que afectan a la transformación digital de la UE: avances tecnológicos cada vez más rápidos, como los de IA generativa, el cambio climático y las preocupaciones sociales y económicas asociadas, una demanda creciente de conectividad de alta velocidad, el aumento de los riesgos internos y externos para la democracia y los valores de la UE, y la multipolarización de la escena global frente a una carrera tecnológica cada vez más intensa.

El impacto potencial del cambio tecnológico requerirá que la UE sea ágil y rápida en su transformación. Además, la geopolítica ha entrado con fuerza en las actividades cotidianas con un aumento del coste de vida, un incremento significativo del número de ciberataques en Europa y la interrupción de las cadenas de suministro de productos y servicios.

El contexto geopolítico hace que sea más relevante la implementación de tecnologías e infraestructuras digitales innovadoras basadas en los principios de la UE”. 

Las tecnologías digitales están en el centro de estas tensiones geopolíticas y de una carrera tecnológica cada vez más intensa, donde la velocidad y la escala desempeñan un papel fundamental para ganar y mantener posiciones.  

En concreto, las previsiones apuntaban a que el mercado mundial de las TIC alcanzaría un tamaño de seis billones de euros en 2023. Sin embargo, la posición de la UE en el ecosistema globa podría mejorar sustancialmente. 

Es más, la participación de la UE en los ingresos globales en el mercado de las TIC ha caído drásticamente en la última década, pasando del 21,8% en 2013 al 11,3% en 2022, mientras que la participación de Estados Unidos aumentó del 26,8% al 36%. 

Actualmente, la UE depende de países extranjeros para más del 80% de los productos digitales, así como para los servicios, infraestructuras y propiedad intelectual. Por ejemplo, Estados Unidos y la UE dependen entre un 75 y un 90% de la producción de semiconductores de Asia.

En este contexto, durante el último año, la UE ha intensificado sus acciones para reafirmar su liderazgo tecnológico y facilitar la transformación digital, fomentando al mismo tiempo su resiliencia. Así, ha impulsado acciones para abordar dependencias estratégicas, en particular de materias primas críticas, semiconductores, software de IT, y tecnologías de ciberseguridad.

El caso español

España ocupa el puesto número 7 de los 27 Estados miembros de la UE en la edición de 2022 del Índice de la Economía y la Sociedad Digitales. 

El Plan español de Recuperación, Transformación y Resiliencia es uno de los más grandes y ambiciosos en materia digital, pues dedica el 28,2% de la asignación total al sector digital, lo que equivale a 19.600 millones.

Se centra especialmente en promover la digitalización de las empresas, incluidas las pymes  reforzar las competencias digitales de la población española, mejorar la conectividad digital en todo el país, continuar con la digitalización de las administraciones públicas, y apoyar la investigación y el desarrollo relacionado con el ámbito digital, así como la implantación de las tecnologías digitales.

El país está logrando un progreso relativo y mejorando sus resultados en comparación con años anteriores, sobre todo en lo que se refiere a la integración de la tecnología digital, así como en los servicios digitales públicos y en términos de capital humano.

 También es uno de los líderes de la UE en cuanto a conectividad y ocupa el tercer puesto por segundo año consecutivo.

Por otro lado, la tasa de personas con al menos capacidades digitales básicas en España es superior a la media de la UE, con un 64 % frente a un 54%, pero la escasez de expertos digitales avanzados dificulta las perspectivas de crecimiento del país y limita la productividad, sobre todo para pymes y microempresas.

El porcentaje de empresas que imparten formación en TIC no ha cambiado en los últimos dos años, situándose al mismo nivel que la media de la UE, con un 20%.

En cuanto a la conectividad digital, es uno de los países de la UE que mejores resultados obtiene. Sigue avanzando constantemente en el despliegue de redes de muy alta capacidad y está llevando a cabo reformas e inversiones en el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia para alcanzar los objetivos de conectividad de la Década Digital y reducir la brecha digital entre zonas urbanas y rurales.

Pasando a la integración de las tecnologías digitales, el porcentaje de pymes con un nivel básico de intensidad digital y que utilizan las redes sociales es superior a la media de la UE.

 La adopción es menor en el caso de determinadas tecnologías avanzadas, como los macrodatos (9%) y la nube (27%), mientras que el rendimiento de España en materia de IA está en consonancia con la media de la UE (8%). El porcentaje de pymes que venden en línea también está muy por encima de la media de la UE (el 25% frente al 18%. 

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La integración de tecnologías avanzadas podría ayudar a las empresas españolas a mejorar su productividad.

 

  Según reza el informe DESI para el mercado español, el Plan de Digitalización de las Pymes 2021-2025 promoverá tanto la innovación como el emprendimiento disruptivo en el ámbito digital, junto con otras políticas y estrategias relevantes.

Igualmente, España participa en los Proyectos Importantes de Interés Común Europeo sobre microelectrónica, cuyo objetivo es aumentar las capacidades de la UE en materia de diseño electrónico y ayudar a desplegar la próxima generación de procesadores de confianza y otros componentes electrónicos. 

Estas capacidades permitirían a la UE alcanzar el objetivo de un valor de producción mundial del 20% en semiconductores. También garantizaría una mayor autonomía de la UE en materia de infraestructuras digitales críticas y una menor dependencia de países no pertenecientes a la UE.

También en los Proyectos Importantes de Interés Común Europeo de Infraestructura y Servicios en la Nube de próxima generación, cuyo objetivo es garantizar un acceso competitivo, justo, fiable y sostenible a las capacidades de la nube y de computación perimetral desde cualquier lugar de la UE. 

España también es muy proactiva en materia de IA, lo que apoya la contribución del país al objetivo de la Década Digital de que el 75% de las empresas de la UE utilicen la IA. 

La integración de tecnologías avanzadas podría ayudar a las empresas españolas a mejorar la productividad y la escalabilidad, así como a llegar a nuevos mercados.

En cuanto a los servicios públicos digitales, España sigue poniendo en marcha nuevos servicios e infraestructuras para responder al rápido desarrollo de la tecnología y a las necesidades de las personas. 

La creación de un centro de operaciones de ciberseguridad en España, dentro del Plan de Digitalización de las Administraciones Públicas 2021-2025, contribuirá a garantizar la seguridad de las infraestructuras digitales, las comunicaciones y los servicios públicos prestados por las administraciones públicas, en consonancia con la Estrategia Nacional de Ciberseguridad.