Las empresas con flotas de vehículos se encuentran ante la obligación de reducir su huella medioambiental de forma urgente. Las nuevas normativas a nivel europeo y estatal así lo requieren, además de la responsabilidad social.
La Unión Europea, dentro de su paquete de medidas “Objetivo 55” ha establecido un objetivo de reducción de emisiones de CO2 de los vehículos del 100% en 2035. Eso implica que los turismos o furgonetas nuevos a partir de 2035 tendrán que ser vehículos cero emisiones.
Normativa cada vez más estricta
Además, a partir del próximo año, las empresas estarán obligadas a facilitar datos precisos sobre el CO2 emitido, según se establece en la Directiva de la UE sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD). De hecho, las empresas de más de 500 empleados tendrán que reportar de forma retroactiva sobre todo el año 2024.
También tendrán que fijar objetivos de reducción de sus emisiones de CO2 y aplicar medidas eficaces para reducirlas. Aunque en un principio serán las grandes empresas las primeras en estar obligadas a comunicar directamente sus datos de CO2 a la UE, en los próximos años también las medianas y pequeñas empresas tendrán que hacerlo.
Además, el reglamento exige que una organización informe no sólo de las emisiones producidas directamente por sus vehículos, sino también de las producidas indirectamente a lo largo de su cadena de valor, por ejemplo, las emisiones de los vehículos de sus proveedores.
Esto significa que las empresas más pequeñas que aún no tienen que notificar datos de CO2 directamente a la UE podrían verse afectadas por el CSRD el año que viene si prestan servicios a una organización que sí tiene que hacerlo.
Los datos son la clave
Las empresas pueden hacer mucho más de lo que se imaginan para reducir su huella medioambiental. Pueden tomar distintas medidas que les permitirán reducir en un porcentaje muy alto sus emisiones de CO2. Pero para ello es vital que cuenten con datos.
Los datos de los vehículos son uno de los activos más importantes para las empresas actuales. Desde la ubicación, hasta el consumo de combustible pasando por el estilo de conducción, cada flota genera una ingente cantidad de datos cuyo análisis conlleva numerosas ventajas para el negocio. Hoy en día, estos datos son la clave para mejorar la eficiencia, la sostenibilidad y la seguridad en carretera, así como para reducir costes.
Las empresas sólo pueden saber que están haciendo lo correcto para reducir las emisiones de CO2 si disponen de datos precisos y procesables. Desde asesorar sobre electrificación hasta optimizar el consumo de energía y la carga inteligente en vehículos eléctricos, pasando por eliminar los malos hábitos de conducción, mantener los neumáticos a la presión adecuada, guiar a los conductores por las mejores rutas y mucho más, la tecnología es la aliada para las empresas que quieren tomar medidas reales para funcionar de forma más sostenible.
Puedes acceder a la guía de emisiones de CO2 de Webfleet en este enlace