Un mercado con necesidades por cubrir

El sector de los centros de datos se extiende a nuevas localizaciones en la Península

La escasez de suelo con potencia disponible en ubicaciones clave está contribuyendo a aumentar el interés por zonas como Aragón, que se está convirtiendo en una de las más atractivas para el desarrollo de centros de datos.

19/11/2024 a las 22:43 h
La capacidad instalada en Barcelona se ha visto incrementada con el centro de datos de Merlin Properties.
La capacidad instalada en Barcelona se ha visto incrementada con el centro de datos de Merlin Properties.

En el año 2023, Madrid y Barcelona han incrementado la potencia instalada en centros de datos, concretamente en un 56% y 79% respectivamente.

En cada una de las dos ciudades se han inaugurado dos centros de datos el año pasado, registrando Madrid actualmente un total de 39 y Barcelona 14, según  se refleja en un informe de Colliers. La capacidad instalada, no obstante, es muy diferente, puesto que Barcelona ha puesto en marcha 11 MW IT de potencia y Madrid un total de 59 MW IT. 

El incremento registrado en estas ubicaciones está relacionado con proyectos anunciados antes de 2022, mientras que la disponibilidad futura se ha ralentizado en ambas ciudades, que no superan el 10% de crecimiento anual.  En concreto, con la cartera actual de proyectos, Madrid ha incrementado su capacidad futura un 8% hasta los 584 MW IT y Barcelona un 7% hasta los 142 MW IT.

En el último semestre de 2023, Madrid incrementó su capacidad instalada de 154 MW IT a 164 MW IT, si bien la cifra es muy inferior a la de periodos anteriores debido a los retrasos en el suministro eléctrico. Destaca la apertura de las instalaciones de Merlin Properties, con 3 MW, y la ampliación del Centro de Datos de Nabiax Alcalá, pasando de 15 a 22 MW. A pesar de ser una de las ciudades con una mejor infraestructura de conectividad, el anuncio de nuevos proyectos se ha ralentizado, con 33 nuevos MW en cartera.

Esto se debe a la saturación de ciertas zonas en términos de potencia, a la cancelación de proyectos debido a los altos costes y a la modificación del plan quinquenal de desarrollo de la red de transporte de energía eléctrica para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado, y la promulgación del Real Decreto Ley 8/2023.

El nuevo marco regulatorio afecta a la red metropolitana de Madrid, sobre todo a corto y medio plazo, afectando a las solicitudes de potencia existentes en zonas saturadas de Madrid, aunque el mercado madrileño continuará atrayendo el interés de numerosos inversores.

Un nuevo marco regulatorio está afectando a las solicitudes de potencia en las zonas saturadas de Madrid, si bien la ciudad continúa atrayendo el interés de muchos inversores”. 

En lo positivo, el nuevo marco refuerza la importancia de los agentes industriales en el desarrollo urbanístico y endurece el camino de la especulación.

Los ejes A-1 y A-2 concentran la mayor parte de la oferta actual y futura, mientras que el ‘pipeline’ actual es sólido, lo que le proporciona una excelente oportunidad para reducir la brecha con los mercados FLAP-D.

Respecto a Barcelona, en el último semestre de 2023, la capacidad instalada en Barcelona pasó de 22 a 25 MW, con la puesta en marcha del centro de datos de Merlin Properties a finales de 2023. 

Varias operaciones demuestran que los grandes operadores ya están adquiriendo terrenos con potencial de crecimiento en Barcelona, preparándose para la demanda a corto plazo. En cuanto a la oferta existente, según explica la consultora, se ha concentrado tradicionalmente en las inmediaciones del aeropuerto de El Prat, con una cuota de mercado del 90%. 

Sin embargo, Cerdanyola es actualmente la ubicación con mayor potencial para nuevos proyectos por la disponibilidad de suelo, el suministro eléctrico, la conectividad y la actividad empresarial. De hecho, cuenta con una cartera de proyectos que suma 98 MW, lo que la convierte en uno de los hubs más importantes de la Península. 

Nuevos focos de interés

Precisamente, la escasez de suelo con potencia disponible en ubicaciones Tier I, como Madrid, está provocando que los principales proveedores de servicios se fijen en zonas distintas, como Aragón.

Esta región se está convirtiendo en una de las más atractivas para el desarrollo de Centros de Datos debido a las grandes parcelas de suelo disponible, el suministro eléctrico garantizado a corto y medio plazo, el acceso a fuentes de energía renovables, la conectividad y el apoyo de las administraciones.

Desde Colliers, calculan que su capacidad instalada alcanzará los 108 MW IT una vez que esté plenamente operativa la primera fase de los tres centros de datos de AWS. Además, la compañía estadounidense desarrollará su cuarto centro en el Parque Tecnológico del Reciclado López Soriano, en Zaragoza.

Microsoft ha anunciado también el desarrollo de al menos tres campus en el Parque Tecnológico, en La Muela y La Puebla de Alfindén. Los dos primeros han sido declarados Proyectos de Interés General de Aragón.

Por otro lado, el avance de la Inteligencia Artificial y la posibilidad de ubicarse cerca de las zonas de disponibilidad de los hiperescaladores, está provocando que los operadores internacionales que no tienen presencia en España analicen las oportunidades actuales en la región para desarrollar nuevos centros de datos en más de 100.000 metros cuadrados.

El papel de Lisboa no está siendo tan relevante como cabía esperar, pues su mercado de centros de datos ha continuado inalterado en el año 2023”. 

Otras zonas como Castilla La Mancha, el eje Bilbao-Navarra, Valencia, Málaga o Galicia también continúan incrementando su capacidad actual y futura y sumando nuevos MW de potencia para consolidar España como un mercado de primer nivel en Europa.

En Castilla La Mancha, por ejemplo, destacan el campus de Meta en Talavera de la Reina, con una inversión de 1.000 millones de euros, o el proyecto que desarrollará Box2Bit con la construcción de dos centros de datos  interconectados en Torija y Recas.

Bilbao, por su parte, se beneficia de una de las mejores infraestructuras de conectividad de la Península Ibérica, con cuatro cables submarinos, tres de los cuales están actualmente operativos y uno en desarrollo.  Merlin Properties, por cierto, ha inaugurado su centro de datos en el Polígono Industrial de Arasur, en Álava, con 3 MW IT actualmente, pero con una capacidad potencial de 100 MW IT. 

En Valencia, que destaca por sus cables submarinos, la disponibilidad de potencia y el acceso a fuentes de energía renovables, los principales operadores son Nixval, Kio, NxN Data Centers y Walhalla. 

Mientras, Málaga sigue en el punto de mira de los inversores por su atractiva ubicación para la llegada de cables submarinos, y en Galicia, Impulsa Galicia e Ingenostrum se han asociado para crear un centro de datos de hasta 15 MW  IT, con una inversión prevista de 400 millones.

pexels centro datos
Madrid aspira a reducir la brecha con los mercados FLAP-D.

El papel de Lisboa

Por su parte, el papel de Lisboa no está siendo tan relevante como cabía esperar, pues su mercado de centros de datos permaneció inalterado en 2023, sin nuevas inauguraciones ni anuncios.

La capacidad actual instalada y en cartera es de 16 MW TI y 100 MW TI respectivamente, por lo que sigue siendo la misma que en 2022, concentrándose la mayor parte de la oferta en Braco de Prata, Prior Velho y Carnaxide.

La capital portuguesa concentra más del 50% de los centros de datos del país, siendo Equinix, Colt o AtlasEdge los principales operadores.

Los numerosos cables submarinos procedentes de Norteamérica, Latinoamérica, África y Europa, han posicionado a Lisboa como un lugar estratégico para la recepción y distribución de energía, una concepción que se ha extendido a todo el país, como demuestra la compra del centro de Covilha a Altice por Horizon Equity por 100 millones de euros.

No obstante, a pesar de su posición estratégica y del interés suscitado en los últimos años entre numerosos operadores, es evidente que el ritmo de absorción se ha ralentizado, y la ciudad va a la zaga de Milán, Marsella, Varsovia, Copenhague o Berlín, donde la oferta y la demanda están creciendo a ritmos más elevados.