Producción agroalimentaria en África

Al sur del Sáhara, la nueva producción hortofrutícola

Las empresas españolas buscan al sur del Sáhara nuevas zonas de producción de frutas y verduras. Senegal para melones y sandías, y Sudáfrica para cítricos ganan protagonismo en la costa atlántica del continente surafricano, que busca nuevas oportunidades de desarrollo económico.

15/10/2024 a las 12:06 h
Dakar es uno de los principales puertos en la costa atlántica de África.
Dakar es uno de los principales puertos en la costa atlántica de África.

De un tiempo a esta parte, cada vez más empresas vienen apostando por África como nuevos mercados de interés para la exportación.

Diversas empresas de diversos sectores han venido buscando en el Magreb nuevas zonas para la producción industrial y agraria.

Sin embargo, desde fechas más recientes, la apuesta se ha subido y África empieza a ofrecer nuevas oportunidades más al sur del Sáhara.

Especialmente en la fachada atlántica del continente diversos países cuentan con condiciones climáticas adecuadas y terrenos fértiles para la producción agrícola.

La fachada atlántica del continente africano ofrece grandes oportunidades de crecimiento para una zona que busca nuevas áreas de desarrollo económico”.

A estos atractivos, además la zona aporta también múltiples y abundantes recursos naturales, incluyendo importantes reservar de petróleo y gas, con países necesitados de desarrollarse económicamente, poblaciones muy jóvenes y que crecen con rapidez.

De manera particular, justo al sur costero en el Atlántico de Marruecos y del Sáhara Occidental, Mauritania y Senegal ofrecen una ventaja por cercanía relativa al continente europeo y por conexiones marítimas activas, tanto a nivel intercontinental, como con otros países de la región.

Senegal: melones y sandías

De manera particular, Senegal cuenta con uno de los principales puertos de la fachada atléntica del continente africano, el de Dakar.

El puerto de Dakar, junto con otros secundarios del país, tiene un movimiento anual de  21,8 millones de toneladas en 2021. En particular, de ese volumen, un 81% corresponde a desembarques y un 19% a embarques.

A su vez, las navieras CMA-CGM, MSC y Maersk concentran el 80% del tránsito de la terminal de contenedores del país, con más de quince líneas operativas.

De igual modo, la presencia española en el transporte marítimo del país se concentra en Boluda Line, que cuenta con dos áreas de negocio en la zona, como son la remolque y la de gestión de varias líneas marítimas regulares que enlazan los puertos del país con el puerto de Las Palmas.

Así mismo, el Grupo Romeu también abrió  una filial en Senegal en el año 2022 con foco especial en el transporte marítimo, gestión decontenedores y la carga rodada. 

Además, el Grupo Alonso también dispone de oficina propia en la capital Dakar, desde la que presta servicios de almacenaje y distribución, de despacho de aduana, de transporte local y tránsitos a Mali y Gambia, entre otros.

A nivel más general, España es uno de los principales socios comerciales de Senegal, ya que alcanza un 5,1% de las importaciones totales del país, con un porcentaje solo por detrás de los que tienen Francia, China, los Países Bajos y Nigeria.

En este sentido, el país importa de España combustibles, aceites minerales, máquinas y aparatos mecánicos, así como manufacturas de fundición, de hierro y acero.

Al tiempo, España copa apenas un 3,2% de las exportaciones senegalesas, fundamentalmente concentradas en pescados, crustáceos y moluscos, minerales, escorias y cenizas, así como frutas.

En este marco de crecientes intercambios comerciales, diversas empresas españolas buscan allí nuevas zonas de producción. En particular, las compañías del sector han encontrado en Senegal terreno abonado para la producción de melones y sandías, a la vista del impacto de la sequía en España y la consiguiente reducción de las hectáreas dedicadas a estos cultivos, mientras que, al tiempo, los agricultores españoles se concentran en productos más rentables, especialmente de hortalizas de invierno.

Sudáfrica: cítricos complementarios

Por otra parte, el comercio bilateral entre España y Sudáfrica se caracteriza por la complementariedad en la producción  de  fruta  y  verdura, dado que los países se encuentran en distintos hemisferios. En este sentido, cada mercado se nutre de fruta del otro país en momentos en los que no  se  encuentra  disponible en cada mercado  local.

En este contexto, la  balanza  comercial  es  deficitaria para España. En 2021, España exportó más de veinte millones de euros en fruta y seis millones de euros en verduras al  mercado  sudafricano, mientras que las importaciones españolas procedentes de Sudáfrica fueron de 48 millones y dos millones, respectivamente. 

Como indica el Icex en sus informes más recientes, la fruta española goza de muy buena aceptación, que se  considera de calidad y a precios razonables. 

mandarinas
España tiene una presencia creciente en Senegal.

La demanda de frutas y verduras está creciendo impulsada por el aumento de los ingresos de la población, la rápida urbanización, y el cambio de preferencias dietéticas de los consumidores hacia los alimentos nutritivos. 

En 2021, se consumieron en Suráfrica 1.240 toneladas de frutas y 1.857 toneladas de verduras. La fruta más consumida es el plátano, dada la asequibilidad del producto y, en el caso de las verduras, el tomate. 

El reto logístico

Trabajar en África supone todo un reto logístico, especialmente para productos perecederos como son las frutas y verduras, que tienen que estar en sus destinos cuanto antes.

De igual manera, también supone un desafío de gran calado el mantenimiento de las condiciones higiénico-sanitarias para productos alimentarios de consumo humano, así como de la cadena de frío.

Además de estas cuestiones logísticas concretas también hay que tener en cuenta las necesidades burocráticas que afectan a trámites aduaneros y administrativos para la entrada de estos productos en la Unión Europea.

Para cumplir con los exigentes requisitos sanitarios y de calidad existentes en la UE, los productores que trabajan en estos países africanos desarrollan complejas estructuras logísticas que tratan de asegurar redes de transporte eficientes y fiables para transportar la mercancía desde las zonas de producción a sus centros de distribución y a sus clientes finales.

De igual manera, las empresas presentes en África también desarrollan instalaciones refrigeradas adecuadas para garantizar el mantenimiento de la cadena de frío.

Todo ello obliga a contar con una planificación adecuada, con una estrecha colaboración entre España y los países africanos, teniendo en cuenta que la conectividad en la zona no es que sí existe en España, con todo lo que ello implica para mercancías tan sensibles.