Cada día del año, incluyendo fines de semana y festivos, una media de 25.793,44 vehículos transitan por alguna de las 24 instalaciones que componen la red de mercados centrales de abastos que tiene repartida Mercasa por todo el territorio nacional.
Las 3.206 empresas que trabajan en estos recintos canalizan anualmente 8,9 millones de toneladas de frutas, verduras, pescados, mariscos, carnes y otros productos, y generan un valor de 22.800 millones de euros anuales, que representan un 1,56% del PIB español.
En esta compleja red de activos se completan cada día más de 110.000 transacciones con un volumen total de 6,7 millones de toneladas corresponden a frutas y hortalizas. otras 621.700 toneladas a pescados y mariscos, 994.000 toneladas a carnes y 280.000 toneladas a otros productos de alimentación no perecederos.
Centro neurálgico de la alimentación
Todos estos datos convierten a la estructura española de mercados de abastos en el auténtico centro neurálgico para la logística de alimentación en España. Una red de 24 instalaciones que cubre las necesidades de una población repartida irregularmente por el territorio y que también tiene los recursos suficientes para hacer frente a los fuertes cambios que se producen estacionalmente y al creciente número de visitantes y turistas que llegan a España.
La superficie total de los 24 mercas es de más 7,9 millones de metros cuadrados, de los que en torno a un millón son superficie neta de Mercados y más de tres millones corresponden a las Zonas de Actividades Complementarias.
Por volúmenes de contratación, Mercamadrid copa un 37,6% del total de la red, mientras que Mercabarna alcanza un 27,7%. Los mercas de las dos principales ciudades españolas mueven más del 65% de todas las mercancías que se mueven en las 24 instalaciones.
Por detrás, y a gran distancia, se colocan los mercas de Sevilla, Valencia, Málaga y Bilbao, mientras que el resto se colocan en un tercer escalón.
En todo caso, e independientemente de sus volúmenes, cada una de las instalaciones reparte un volumen de mercancía proporcional al mercado de alimentación que atiende, en un equilibrio entre oferta y demanda que permite mantener una cadena esencial para la población y la economía españolas.
El papel logístico que juegan estos activos es crucial para el abastecimiento de alimentos para una población total de treinta millones de habitantes, así como para que comercio minorista y el canal Horeca tengan mercancía a tiempo y en las mejores condiciones higiénico-sanitarias que poner al alcance de sus consumidores.
Comercio minorista y al por mayor
Según los datos de Mercasa, cerca del 20% de la producción española de frutas y hortalizas se distribuye a través de las empresas ubicadas en la Red de Mercas.
En concreto, el 77% de las frutas y verduras, el 80% de las carnes y el 65% de los pescados y mariscos que se venden en la red de mercas son de origen nacional, favoreciendo así los canales comerciales a la producción agrícola, ganadera y pesquera en España.
En este contexto, para la distribución mayorista que trabaja en España, el conjunto de mercas dispone de estructuras y servicios propios de una economía de agrupación, transparencia y competencia, con servicios compartidos que optimizan los procesos comerciales.
Para el canal de venta al por menor, esta red cuenta con unas 3.000 empresas y grupos especializados de distribución mayorista, principalmente de alimentos frescos, que operan en un marco de competencia, transparencia de mercado, seguridad en las relaciones contractuales y formación de precios, para atender a un amplio colectivo de más de 100.000 comercios especializados en toda España, así como a las cadenas de supermercados regionales y nacionales, que en mayor o menor medida también se abastecen del colectivo de empresas que operan desde la red de mercas, además de a empresas de hostelería, restauración y consumo institucional.
Un perfil cada vez más logístico
Mercasa se fundó originariamente en abril de 1966 y actualmente opera como una empresa pública participada en un 51% por la Sepi y en el 49% restantte del capital por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través del Fondo Español de Garantía Agraria, Fega.
En los últimos tiempos, Mercasa ha acentuado su perfil logístico y se ha centrado en incentivar la movilidad sostenible, fomentar modelos de excelencia en la gestión e impulsar la digitalización de los procesos, como parte de un plan estratégico que se desarrolla desde este 2024 y hsta 2028.
En este sentido, la entidad pública trabaja en estrecha colaboración con el el Comisionado del Gobierno para el Corredor Atlántico y con el equipo de la Oficina del Corredor del Mediterráneo para estudiar posibles proyectos y sinergias, destinados a conectar la Red de Mercas con ambos Corredores, aprovechando la intermodalidad y el desarrollo de infraestructuras ferroportuaria.
Las 24 instalaciones de la red de mercas abastecen de productos perecederos a una población de más de 30 millones de personas”.
De manera particular, Mercasa cuenta en la actualidad con una terminal intermodal en funcionamiento, la TMZ de Zaragoza, que permite la conexión directa de la merca con el puerto de Barcelona y que ya ha conseguido un ahorro de casi 20.000 Tn de CO2 a partir de los 2.773 trenes que conectan la terminal con el puerto.
Para Mercasa, conectar su red con estas infraestructuras no solo impulsará la competitividad de los mercados mayoristas, facilitando el comercio y la movilidad tanto a nivel nacional como internacional, sino que contribuirá a la reducción de la huella de carbono del sector logístico agroalimentario, por lo que lo considera un paso clave lograr una cadena alimentaria más sostenible.
La entidad ha apostado por la intermodalidad como elemento fundamental para reducir el impacto medioambiental de su actividad y adaptarse a unos flujos constantes, aptos a priori para el transporte por ferrocarril.
Vocación municipal
Por otro lado, Mercasa también se está mostrando muy activa en los últimos meses en sus relaciones con algunos de los ayuntamientos en que tiene infraesstructuras desplegadas.
En concreto, en Alicante, se estudian inversiones en nuevas infraestructuras y tecnologías que permitan impulsar el crecimiento económico sostenible de la sociedad donde se incluyan nuevos modelos de negocio, entre los que destacó la logística y movilidad sostenible, aasí como en la planificación de nuevas instalaciones y la implementación de tecnologías avanzadas.
A su vez, en Valladolid, también se trabaja para abordar el crecimiento de MercaOlid, la integración de actividades de valor añadido, mediante la extensión de superficie, así como en su participación en la plataforma logística intermodal.
De manera similar, también se poducen avances en la expansión que se diseña para MercaGalicia, en Santiago de Compostela, y que en la actualidad cuenta con el diseño de un proyecto piloto de última milla que permitirá la distribución de productos al casco histórico desde el centro logístico situado en el merca.
También en Galicia, Mercasa ha entrado en contacto con el Consorcio de la Zona Franca de Vigo para ver la posibilidad de establecer sinergias para proyectos futuros que posibiliten una mayor expansión de productos a través de Vigo o en la propia Zona Franca.
En definitiva, Mercasa parece decidida a imprimir un cambio de rumbo a un actividad que normalmente pasa desapercibida, pero que constituye un papel esencial al garantizar el funcionamiento de un amplio y variado mercado de productos perecederos que cubre la práctica totalidad de la geografía del país y que da servicio tanto al comercio mayorista, como a la amplia gama de establecimmientos de comerio al por menor que desarrolla su labor en España.
Ahora, los retos pasan por conseguir una logística aún más precisa, que haga un uso intensivo de las nuevas tecnologías para adaptarse con precisión a las cambiantes necesidades de una demanda cada vez más orientada al canal on-line, y que refuerce su sostenibilidad medioambiental, estrechando el control de su huella de carbono, principalmente a través de procesos de optimización, de reducción de los consumos energéticos y el impulso de intermodalidad.