El International Featured Standards o IFS es un conjunto de normas enfocado a alimentos, productos no alimentarios y alimentos para animales, y servicios, diseñado para garantizar el cumplimiento de los requisitos legales establecidos para la cadena de suministro y las especificaciones acordadas con los clientes. También es aplicable a productos alimentarios envasados y a granel cuando no hay actividad de procesamiento o envasado primario.
Se trata, además, de un estándar que incluye todas las actividades logísticas, como la carga, la descarga, el transporte, el almacenamiento, la manipulación y la distribución.
A finales de 2023, se publicó la versión 3 de la Certificación, aunque no ha sido hasta el 1 de junio de 2024 cuando se han podido empezar a llevar a cabo las auditorías, que serán obligatorias desde el 1 de diciembre de este mismo año en curso.
Esta nueva versión introduce mejoras significativas respecto a la anterior, con el objetivo de que las empresas sean más eficientes y competitivas, y permite cumplir con los requisitos de calidad y seguridad en las actividades logísticas de cualquier socio comercial nacional e internacional.
La certificación afecta tanto a la norma, con una serie de requisitos de obligado cumplimiento, como a las doctrinas que se van publicando a lo largo del tiempo. Contiene, de hecho, menos requisitos, un protocolo optimizado, así como una estructura y un sistema de puntuación mejorados.
Así lo explica María Luisa López, auditora jefe de Certificación de Sistemas de Gestión de Alimentación de TÜV Rheinland, en un webinar en el que se desgranan todos los cambios que introduce la certificación frente a la versión 2.3.
Con la versión 3 de IFS Logistics, se introduce una actualización de la norma, nuevos alcances y cambios en los checklist”.
Como se ha mencionado, desde el 1 de junio, la versión 3 ya se puede aplicar de forma voluntaria, y a partir del 1 de diciembre será obligatoria.
Más en detalle, desde el 1 de octubre será de aplicación obligatoria la versión 3 para todo el que tenga auditoría no anunciada y empiece la ventana, mientras que la fecha se retrasa al 1 de diciembre para quien le toque la auditoría anunciada.
Existen dos excepciones, por un lado para las empresas con auditorías 'multisite', porque la central y los 'sites' deben auditarse con la misma versión. Por tanto, si se hace la auditoría a la central antes de que sea obligatoria la nueva versión, los 'sites' se auditarán con la versión 2.3, aunque su auditoría sea posterior.
Por otro lado, para las auditorías de seguimiento, porque si la auditoría principal se hace antes de la entrada en vigor, luego deberá seguir aplicándose la misma norma.
Cambios en la norma
Con la versión 3, se introduce una actualización de norma, nuevos alcances y cambios en los checklists. En lo que respecta a los cambios en el checklist, se ha producido una alineación con otros requisitos IFS y según explicaba María Luisa López, se están valorando mucho las audtorías no anunciadas por parte de la distribución y tratando de promover que se hagan más.
Según la norma actual, ha indicado, las auditorías no anunciadas deben ser una de cada tres, y si hay una auditoría no anunciada que se suspende, cuenta, con lo que la siguiente sería anunciada. En cambio, la auditoría fallida anunciada no cuenta, por lo que cuando toque la no anunciada, volverá a tocar.
Tal y como han explicado desde TÜV Rheinland, se ha adaptado la norma a la IFS Food v8 publicada en 2023, especialmente en lo referente al sistema de puntuación, la organización y la estructura, a lo que se añade la adaptación al Codex Alimentarius y GFSI.
Dentro del alcance de la auditoría, el servicio principal continúa siendo el almacenamiento y el transporte, tanto de productos alimentarios como no alimentarios. A ello se añaden otros servicios logísticos que pueden entrar en la certificación, como procesos de congelación y descongelación, maduración de frutas y hortalizas, clasificación simple de frutas y hortalizas basada en aspectos cualitativos, y envasado de productos preenvasados.
En relación al etiquetado, se amplía el alcance de auditoría al etiquetado con lo indicado en etiquetas ya existentes en los productos envasados destinados al consumidor final, siempre que hayan sido desarrolladas por el cliente.
Esto obliga a aplicar un nuevo requisito, consistente en el chequeo documentado del proceso de etiquetado. Si se trata de una actividad B2B, esto no aplica, pero sí es necesario un control de cantidades.
La nueva versión de la norma incluye mejoras respecto a la anterior, con el objetivo de que las empresas sean más eficientes y competitivas”.
Igualmente, se pueden incluir nuevos productos, como los piensos. También se incluyen las empresas logísticas que utilizan proveedores de servicios para sus actividades de transporte o almacenamiento, así como las estructuras descentralizadas fuera del 'site' principal, así como las actividades de 'cross-docking' o de transporte de contenedores con un parque de contenedores propio.
Asimismo, se han establecido unas normas de exclusión claras y aclaraciones sobre las auditorías no anunciadas y su duración.
Respecto a los requisitos, son 132 en esta versión, frente a los 153 de la versión 2.3, siendo 19 nuevos. En total, hay cinco capítulos, porque desaparece el de Food Defence.
Los principales cambios están relacionados con la gobernanza y compromiso, la comunicación con la entidad de certificación, ciertos aspectos del sistema de gestión de calidad y seguridad, los acuerdos con el cliente, los procesos subcontratados, el control de etiquetado, el fraude del producto, los requisitos de higiene en el transporte y el seguimiento del control de cantidades.