Stuart ha puesto en marcha esta misma semana un proceso de despido colectivo en España y Portugal con la intención de "garantizar su sostenibilidad y competitividad en el siempre cambiante sector del delivery".
Desde el punto de vista legal, la medida de extinción de la relación laboral está fundada en causas económicas, productivas y organizativas.
La medida ya ha sido anunciada a los representantes de sus plantillas e implicará cambios organizativos que afectarán tanto a sus repartidores como al personal de sus delegaciones en los dos países, de tal modo que se llevará a cabo en "estrecha colaboración con el comité de empresa para garantizar unas negociaciones justas y transparentes".
Pese a este ajuste, Stuart asegura que "sigue apostando por su presencia en España" y mantendrá activo un hub tecnológico en Barcelona paradar soporte técnico esencial a las operaciones en otros mercados donde mantiene su actividad.
Stuart estima que "debe concentrar sus recursos y esfuerzos en mercados que ofrezcan mayores oportunidades de crecimiento y rentabilidad", con lo que también "pretende optimizar su eficiencia operativa".
Las actividades de Stuart en España y Portugal supusieron un 1,6% de sus ingresos totales el año pasado.