A escasas semanas del inicio del Black Friday y la campaña navideña, el sector logístico se prepara para asumir un fuerte incremento en su actividad de la mano de una gran problemática: la escasez de profesionales.
Pese a que la Encuesta de Población Activa cifra en 1.249.800 los ocupados en el sector, un 2,8% más que el año pasado, las empresas siguen acusando un gran desequilibrio entre la oferta y la demanda de profesionales. Este desajuste, explican desde Hays España, es especialmente notable en perfiles tan diversos como transportistas y expertos en optimización de datos y sostenibilidad, entre otros.
Entre los aspectos que más influyen en la evolución del mercado laboral, señalan la falta de relevo generacional, unas condiciones laborales poco atractivas, la escasez de formación en este ámbito y la apuesta por otros perfiles.
La creciente inflación y el impacto económico de algunos conflictos internacionales han disparado los costes empresariales, por lo que se ha estabilizado la demanda de perfiles de la cadena de suministro, como los transportistas o mozos de almacén, para poner el foco en la optimización de compras y negociación con proveedores, lo que incrementa la demanda de especialistas en estas áreas.
El sector es consciente de que la escasez de talento y la falta de mano de obra cualificada es una realidad. De hecho, el 20% de las empresas del ámbito de la logística siente que su personal carece de las habilidades necesarias.
Según Hays, zonas como Madrid, Aragón, Cataluña y Andalucía, que cuentan con grandes infraestructuras de transporte desarrolladas, necesitan actualizar los programas formativos de forma que incluyan competencias específicas como la digitalización, la gestión de datos, la automatización o las prácticas sostenibles. Es importante también buscar nuevas fórmulas para hacer más atractivo el sector para las nuevas generaciones.
Tal y como se muestra en su Guía del Mercado Laboral, los candidatos son ahora más exigentes en cuestiones como la flexibilidad laboral, la conciliación o los sueldos. Por ello, las empresas no sólo deben priorizar ofrecer un salario competitivo, sino cuidar otros aspectos que influyen en la satisfacción y la retención del talento, acomo la conciliación y el bienestar laboral.