
En un contexto de envíos postales a la baja, Royal Mail apuesta por dar nuevos usos a los tradicionales buzones postales.
En este sentido, el operador postal británico ha presentado la semana pasada lo que considera el buzón del futuro. La compañía británica ha diseñado un nuevo buzón con una boca más ancha que permite recibir paquetes de mayor tamaño y un sistema informático para la aceptación del envío a través de un escáner de códigos de barras.
Con esta iniciativa, Royal Mail se proponer aprovechar los 115.000 buzones repartidos por todo el territorio del Reino Unido, que, según sus cálculos permiten alcanzar al 95% de la población del país, para convertirlos en la más densa red de puntos de envío de paquetería del archipiélago.
El operador ya ha instalado cinco buzones de este tipo en zonas de Ware, Hertford y Fowlmere antes de ampliar la experiencia a nuevas zonas de Gran Bretaña.
En paralelo, Royal Mail también ha actualizado su aplicación móvil para poder gestionar los envíos de paquetería con estos nuevos buzones, de tal modo que el software utiliza las redes móviles y el sistema de posionamiento de los móviles para obtener un comprobante del envío y gestionar con detalle el proceso.
El operador postal estima que este es el cambio más grande habido en el diseño de sus buzones desde su introducción hace 175 años.