Durante la tercera mesa redonda de Distribución Urbana de Mercancías organizada recientemente por Cadena de Suministro, Sara Hernández del Olmo, Senior Manager Financial Advisory de Transporte, Logística y Movilidad en Deloitte, ha hecho un análisis detallado de los retos y oportunidades que dibujan el presente y el futuro de este segmento de actividad logísica.
Para Hernández del Olmo, el crecimiento de la población urbana y el impulso que está dando el comercio electrónico a la actividad logística en las ciudades plantean algunos retos relacionados con la sostenibilidad, la congestión urbana y con las ineficiencias que se genera en la cadena de suministro.
La profesional de Deloitte estima que el peso de la logística urbana en los costes totales de la cadena de suministro en Europa global puede constituir entre un 13 y un 75% de todo el proceso logístico. Con más detalle, la última milla representa el 40% del coste logístico total de media.
Al mismo tiempo, Hernández estima que el transporte de mercancías representa más de un 20% del total del tráfico urbano, con un volumen de 1,5 millones de paquetes de comercio electrónico entregados de media en España.
En este contexto, los cambios en los hábitos de consumo, con un abrumador dominio de las entregas domiciliarias y la mayor parte del poder decisión en manos de los consumidores, dificultan enormemente la sostenibilidad y el equilibrio de un sector de actividad en constante transformación.
Oferta y demanda de distribución urbana
Con esta realidad, la Senior Manager Financial Advisory de Transporte, Logística y Movilidad en Deloitte considera que las diferentes estrategias que utilizan los agentes económicos para acercarse a los clientes también afectan a la demanda, dominada principalmente por el reparto de mercancías para el comercio electrónico y para el canal Horeca, marcan el presente del sector.
También se han analizado las tendencias en la oferta de logística urbanaque dan lugar a un segmento cada vez más especializado y tecnificado, en el que las infraestructuras, la regulación, la tecnología y los modelos de colaboración actúan como palancas para la transformación de una logística urbana en constante evolución.
En este contexto, Hernández del Olmo apunta que el sector busca reducir la distancia que le separa del consumidor final, que apuesta por transformar los espacios urbanos que se dedican a la actividad logística, mientras crece la importancia de la tecnología y de la especialización.
El futuro de la distribución urbana pasa, por "impulsar la colaboración público-privada en el ámbito de las infraestructuras", y particularmente, para puntos de recarga, hubs urbanos y plazas de carga y descarga, así como por introducir cambios regulatorios que tengan en cuenta la realidad del sector en la trama urbana.
De igual modo, Hernández del Olmo anticipa que el sector evoluciona hacia un uso intensivo de las nuevas tecnologías, mientras que las experiencias de colaboración deben centrarse en tres alcances diferentes que involucren a cargadores y distribuidores, a operadores logísticos, así como a la Administración pública y a los agentes privados.