La Organización Mundial de la Salud, OMS, estima que una de cada diez personas enferman anualmente por consumir comida contaminada. Por este motivo, cada vez son más los gobiernos e instituciones que se esfuerzan para lograr una correcta seguridad y calidad de la cadena de suministro global.
Una de las certificaciones pensadas para mejorar la transparencia y la trazabilidad de la industria es la norma IFS Logistics, que evalúa la calidad y seguridad de las actividades logísticas tanto de productos alimentarios como no alimentarios, incluyendo transporte, almacenamiento y distribución, además del proceso de carga y descarga.
A finales de 2023, se publicó la tercera versión de la IFS Logistics, pero no será hasta el 1 de junio de 2024 cuando podrán llevar a cabo las auditorías, que serán obligatorias desde el 1 de diciembre de 2024.
Esta nueva versión introduce mejoras significativas respecto a la versión anterior, y permite cumplir con los requisitos de calidad de cualquier socio comercial nacional e internacional. Para explicar los avances, TÜV Rheinland ha organizado un webinar el 24 de mayo.
En él, se explicará la reducción de la cantidad de requisitos respecto a la versión anterior, así como la mejora en su estructura, protocolo y clarificaciones sobre los tipos de alcances. También se ha actualizado el sistema de puntuación para hacerlo más comprensible, y se han introducido las auditorías no anunciadas, al igual que en la octava versión de la norma IFS Food.
Según explica María Luisa López, auditora jefe de Certificación de Sistemas de Gestión de Alimentación en TÜV Rheinland, “el poder prevenir, detectar y gestionar los riesgos transmitidos por los alimentos, más allá de reducir tiempos, minimizar costes y ser más competitivos, ayuda a garantizar el bienestar y la salud de las personas”.