Correos y los sindicatos representativos de la plantilla del operador postal han iniciado este mes de octubre los primeros contactos destinados a renovar el convenio colectivo de la empresa pública.
A tenor de lo que transmite Comisiones Obreras, las diferencias son grandes en esta primera toma de contacto.
En este sentido, la dirección de Correos habría puesto sobre la mesa, entre otras condiciones, convertir parte de los actuales emolumentos de los trabajadores del operador en salario variable los actuales, desprenderse de las subidas derivadas de la función pública para convertirlas en salario variable, desplegar incentivos individualizados según niveles de producción y con flexibilidad, e implantar descuentos por incumplimiento de objetivos, horarios, puntualidad y por daños materiales o pérdidas económicas.
Frente a ello, el sindicato rechaza lo que considera una "privatización del sistema salarial" de Correos y, por su parte, reclama recuperar poder adquisitivo corrigiendo el desfase de 8,4 puntos que, según sus cálculos, se ha acumulado desde el último convenio de 2011 entre la subida salarial acumulada y el coste de la vida en el período. Así mismo, la central sindical no renuncia a las subidas de la función pública.
De igual manera, Comisiones Obreras se fija el objetivo de incrementar progresivamente el salario de los trabajadores del operador postal hasta siuarlo en los dos mil euros mensuales en 2028.