El comercio electrónico es un segmento que se juega a nivel internacional, superando cada vez más fronteras para poner en manos de los consumidores productos procedentes de cualquier zona del globo terráqueo.
En este mismo sentido, Qapla estima que el volumen de transacciones on-line generadas por el ecommerce transfronterizo crecerá un 107% en 2028.
Este potencial de cara a futuro contrasta vívidamente con el hecho de que apenas el 7% de las ventas minoristas on-line en España son pedidos procedentes del extranjero, por lo que existe un amplio potencial de crecimiento en el comercio electrónico transfronterizo.
Sin embargo, este segmento tiene algunos retos pendientes de despejar, como son la organización y el diseño de una estrategia eficaz con webs orientadas específicamente paracada país, un proyecto SEO adecuado para cada mercado y teniendo en cuenta las condiciones concretas de cada país en cuanto a formas de pago seguras, servicio de atención al cliente y entregas.
Así mismo, otro de los grandes retos está relacionado con documentos aduaneros obligatorios, comunicar los códigos de exportación a los transportistas y, a veces, controlar el paso de una empresa logística a otra.
En este sentido, los envíos ganan complejjidad y crece el temor a que las mercancías sean retenidas en la aduana para inspección o incluso devueltas al punto de partida, dado que el vendedor es el responsable de preparar los documentos aduaneros necesarios.
Así pues, para envíos a países de la Unión Europea, la carta de porte con la información sobre el producto exigida por ICS2 es suficiente para algunas empresas de mensajería, mientras que para envíos fuera de la Unión es necesario adjuntar, dependiendo de la naturaleza de la mercancía, el documento de libre exportación y/o la factura proforma y también es necesario pagar el IVA del país de destino, el coste del despacho de aduanas y cualquier derecho y tasa, como recuerda Qapla.