El declive de los envíos postales es de tal calibre en los países nórdicos que PostNord ha anunicado esta semana que dejará de dar servicio en este ámbito en Dinamarca a partir del próximo 1 de enero.
El operador postal calcula que el envío de cartas en el país nórdico ha disminuido en un 90% desde el año 2000, por lo que esta actividad no ofrece rentabilidad alguna, especialmente si se tiene en cuenta que el acuerdo para cubrir el servicio postal universal en Dinamarca caducó en 2024.
En consecuencia, PostNord ha decidido focalizarse en la entrega de paquetes en Dinamarca, aunque se ha articulado un período transitorio en el que seguirá dando servicio postal para discapacitados visuales en el país, así como sus islas más pequeñas y en trayectos internacionales.
Esta decisión no afecta a Suecia, país en el que PostNord presta el servicio postal universal.
Dinamarca es un país pequeño y muy diferente de España, pero, sin embargo, el declive del negocio postal es equiparable y plantea dudas más que razonables sobre la continuidad de una actividad que poco a poco y a medida que sigue imponiéndose la digitalización se está convirtiendo en residual y, sobre todo, en poco rentable para los operadores postales, incluso teniendo en cuenta su condición en muchos casos de servicio público.
Al mismo tiempo, la reacción de PostNord en este caso es paradigmática del cambio de modelo de negocio que están viviendo los operadores postales en paralelo para concentrarse en el envío de paquetería.
