El sector logístico duda de la operatividad real de los drones para el envío de mercancía por vía aérea. Sin embargo, las redes de narcotráfico que operan en el estrecho de Gibraltar han demostrado que estas aeronaves tripuladas a distancia son sumamente eficaces.
Sin embargo, no es lo mismo hacer vuelos clandestinos que realizarlos con las imprescindibles condiciones de seguridad que requiere una actividad económica reglada. Pese a ello, no cabe ninguna duda de la operatividad de estos equipos y de su utilidad a expensas de una regulación que cada vez es más necesaria.
En este sentido, esta misma semana la Policía Nacional ha desarticulado en Algeciras una organización criminal dedicada, presuntamente, a la introducción de hachís en nuestro país procedente de Marruecos utilizando aeronaves no tripuladas.
Los 'narcodrones', como los denominan las fuerzas policiales, eran fabricados en Ucrania y, posteriormente, trasladados por carretera hasta el sur de España, donde se ofrecían y acordaban los envíos de la sustancia estupefaciente con organizaciones criminales locales de la zona del Campo de Gibraltar y la Costa del Sol.
Estos aparatos tienen capacidad para transportar unos diez kilogramos de hachís en cada vuelo y cuentan con una autonomía de más de cincuenta kilómetros que les permitía realizar la ruta entre Marruecos y España sobrevolando las aguas del Estrecho y volver tras arrojar la droga en las costas españolas sin necesidad de aterrizar.
En la investigación han sido intervenidas tres aeronaves, una de ellas en fase de construcción, así como dispositivos para su control remoto, útiles para su reparación e importantes cantidades de dinero en efectivo y de estupefacientes que habrían sido introducidos en España mediante este método.
Así mismo, han sido detenidas un total de diez personas y siete de ellas han ingresado en prisión. De igual modo, se han practicado seis registros en Algeciras y Marbella.