Al ser un sector muy ligado a la evolución del PIB global, la carga aérea vive pendiente de cómo está modificándose la coyuntura mundial con la llegada de Donald Trump a la Presidencia de los Estados Unidos y los acuerdos de paz en Oriente Medio.
Al tiempo, otros dos elementos a tener en cuenta son el control de la inflación y las malas perspectivas económicas que se vislumbran en Europa, especialmente en Alemania y Francia, sus dos motores industriales.
En el mercado mundial de carga aérea, la demanda supera a la oferta en todas las regiones, especialmente en China, el subcontinente indio, Oriente Medio y Vietnam.
Con esta coyuntuira de mercado, el análisis de tendencias de MADCargo para este 2025 anticipa que el mercado atlántico se mantendrá estable en 2025, aunque con un crecimiento desequilibrado de la demanda debido a la mejor evolución que se prevé para la economía estadounidense en comparación con las de los países europeos.
A su vez, el crecimiento de la demanda en 2025 estará limitado por la capacidad disponible, algo que, a juicio de la entidad, constituye un reto notable para satisfacer la incesante demanda de comercio electrónico en todo el mundo ante lo que existen pocas soluciones factibles.
Una forma de hacerlo es aumentar los factores de carga, según el análisis de MADCargo, y otra es utilizar más cargueros. Sin embargo, ambos factores parecen constreñidos a día de hoy, por lo que el crecimiento en 2025 sólo puede venir de desplazar capacidad entre regiones.
En este contexto, los cargadores pueden verse negativamente afectados en los corredores con menor crecimiento de la demanda, si las aerolíneas retiran capacidad de las rutas secundarias para satisfacer la creciente demanda procedente de Asia. Así pues, se abre paso la opción de trasladar capacidad de las rutas transatlánticas al eje transpacífico como solución a corto plazo para cubrir temporalmente la fuerte demanda de comercio electrónico con origen en Asia, aunque generaría problemas de costes y eficiencia.
