La Asociación Española de Biocircularidad, Biocirc, con la colaboración de Iberia, Moeve y PwC, han compartido las conclusiones del informe "¿Cómo hacer de España el líder europeo de SAF?", que recoge un plan de 16 medidas para posicionar a España como el referente europeo en producción y consumo de combustibles sostenibles de aviación.
Este biocombustible es capaz de reducir las emisiones de CO₂ en más de un 80% frente al queroseno convencional, además de ser un proyecto estratégico de país para la transición energética y la reindustrialización de los territorios.
Según el informe, la producción de SAF podría suponer una inversión de más de 22.000 millones y la creación de 270.000 empleos hasta 2050, generando un impacto estimado de 56.000 millones en el PIB español.
En la presentación, se han detallado las oportunidades que la industria del SAF genera para una economía más sostenible y los retos para su despliegue. Entre ellos, la necesidad de incentivos ante las elevadas inversiones y costes que implica, la falta de un marco regulatorio que dé seguridad a los agentes para que apuesten por esta industria o las dificultades de acceso a la materia prima.
Asimismo, se ha señalado la importancia de establecer un fondo anual de 300 millones para impulsar la producción y el consumo de SAF, financiado a través de los ingresos de las subastas de derechos de emisión. La adopción del SAF en la aviación es esencial para cumplir con las medidas de la Unión Europea, donde ReFuelEu Aviation fija objetivos para acelerar su producción y adopción desde 2025.
Desde Iberia, sostienen que es necesario apostar por la colaboración público-privada para mover este proyecto con la celeridad que requiere ante los objetivos europeos, y recuerdan que, de no aprovechar esta coyuntura, se desarrollará en otras partes del mundo.
En Moeve, han explicado que el sector de la aviación no tiene tantas alternativas de descarbonización como otros medios de transporte, pues un 75% vendrá del consumo de SAF. España ya ha avanzado en cuanto al SAF, pero sin aprovechar todo su potencial, con los beneficios que trae consigo para reindustrializar el país.
Las políticas hasta ahora, dicen desde PwC, se limitan a obligaciones para el sector, pero es necesario un marco integral, desde las materias primas, al sector industrial y hasta el consumo, con el fin de no perder el efecto tractor que se busca.
Finalmente, desde Biocirc, aseguran que la industria de SAF “debe ser una apuesta de país”. Para ello, han presentado el trabajo que la Asociación lleva a cabo para defender a todo el sector de la biocircularidad en España, aglutinando en una misma voz a los agentes de los ámbitos de la bioenergía, biocombustibles avanzados y combustibles sintéticos, biogases y bioproductos.