
La escasez de conductores de camión y el acusado envejecimiento de este colectivo, con la consecuente falta de relevo generacional, son dos caras de un mismo problema, en primer lugar, para las empresas de transporte de mercancías por carretera.
Sin embargo, la magnitud de este asunto es tal que esta cuestión se ha convertido en una de las más graves para el conjunto del sector logístico, e incluso para toda la cadena de valor de la economía española, con el agravante además de que este mismo fenómeno no es exclusivo de España, sino que se extiende también a toda Europa, e incluso al conjunto de los países desarrollados.
Son muchas las causas que han conducido a esta situación y que, así mismo, son achacables no solo a la propia dinámica del mercado de transporte, sino también a la agresiva política de reducción de costes logísticos que se viene siguiendo en las dos ultimas décadas y que ha conducido, en el transporte por carretera, a un deterioro inexorable de sus condiciones sociales y laborales que han espantado a posibles profesionales.
Según ha dado a conocer Aecoc en su Foro de Transporte organizado esta semana en Madrid, un 93% de los profesionales del gran consumo estima que la escasez de chóferes es el pricipal problema del sector del transporte de mercancías por carretera, seguido a gran distancia por la descarbonización y la regulación.
Así mismo, un 99% de los encuestados por Aecoc para su estudio de perspectivas para la cadena de suministro del sector gran consumo coloca también a la escasez de conductores como el factor que más puede influir en el aumento de costes de transporte a medio plazo.
Es decir, el sector logístico parece haber tomado conciencia de la gravedad de este problema, así como de sus implicaciones en cuanto a costes que, como reflejan otros análisis, se está produciendo como consecuencia de una reducción de la oferta y de la flota disponible.
Nunca es tarde para reaccionar, pero parece evidente que las soluciones a una cuestión tan seria y compleja no surtirán efectos en ningún caso de hoy para mañana.
De igual modo, también parece claro que la cuestión supera el ámbito del transporte y requiere de medidas que vengan de fuera.