Un reciente informe dado a conocer por Capgemini esta misma semana pone sobre el tapete cómo, en las actuales circunstancias geoestratégicas, la mayor parte de las empresas europeas y de los Estados Unidos priman la reorganización de sus cadenas de suministro y de sus sistemas de producción frente a la rentabilidad a corto plazo.
Así pues, esta encuesta, realizada durante el pasado mes de febrero, refleja que con las actuales tensiones geostratégicas, las empresas europeas y estadounidenses estarían apostando por diversificar aprovisionamientos y producción.
En este sentido, según Capgemini, dos tercios de estas compañías habrían puesto en marcha programas de reordenación de su producción industrial.
El principal motivo de este proceso, de acuerdo con el análisis, tiene que ver con las presiones que existen en las cadenas de suministro, que citan casi unánimente las empresas europeas y estadounidenses, seguido de la necesidad de posicionarse más cerca de los principales centros de consumo.
Por lo que se refiere a las cadenas de suministro en particular, el trabajo de Capgemini menciona la preocupación sobre aranceles entre los directivos y sus efectos sobre la actividad logística, que, además, son vistos como impulsores de los procesos de relocalización.
Todo ello provoca que las empresas contemplen un escenario de incrementos de costes por todo este proceso reorganizativo que, sin embargo, también podría verse compensado en parte por los menores costes logísticos que supondrá acercar los centros de producción a los mercados finales de destino.
