La competitividad de la economía española pierde terreno lastrada por la escasa innovación empresarial

La competitividad de la economía española no logra recortar distancia con respecto a los países europeos más avanzados y pierde terreno lastrada por la parte del tejido empresarial menos innovadora.

14/01/2025 a las 12:19 h
Las empresas más productivas ganan cuota de mercado, según el estudio.
Las empresas más productivas ganan cuota de mercado, según el estudio.

El último informe del Observatorio de Productividad y Competitividad en España de la Fundación BBVA constata el lento crecimiento de la productividad de la economía española, pese a las mejoras conseguidas en los últimos dos años.

Como conseuencia, España no ha conseguido converger a lo largo de los últimos años hacia los niveles de productividad y competitividad que tiene las principales economías europeas, como los Países Bajos, Alemania, Suecia, Francia o Finlandia.

Además, según el trabajo, este déficit de productividad agregada esconde importantes diferencias sectoriales y entre empresas, toda vez que, frente a sectores y compañías punteras, con niveles de productividad superiores incluso a la media europea, existen otros actores cuyos resultados lastran la productividad del conjunto del país.

Así pues, si estas empresas menos productivas consiguieran elevar su eficiencia hasta el valor mediano de su sector, la productividad agregada en la economía española crecería un 4,9%.

En este mismo sentido, el informe estima que la productividad de las empresas analizadas ha crecido un 6,7% entre 2013 y 2022, aunque esa evolución no se ha debido a mejoras en la eficiencia de todas ellas, sino a que las empresas más productivas han ganado cuota de mercado.

Al tiempo, la mejora de la competitividad exterior de las empresas españolas en ese período no se explica por una evolución positiva de los niveles promedio de la competitividad precio o competitividad coste, sino por los buenos resultados de las empresas que exportan regularmente, especialmente las grandes, cuyos niveles de productividad son mucho más elevados.

Ante esta realidad, el estudio propone una serie de recomendaciones para mejorar la productividad y la competitividad de la economía española que pasan por ampliar el número de empresas exportadoras regulares, así como por impulsar la formación para facilitar el cambio del patrón de crecimiento, promoviendo la formación en habilidades STEM, así como en competencias digitales, verdes y de innovación.

De igual manera, también se propone intensificar la inversión en activos intangibles y aumentar el grado de digitalización de la actividad económica en su conjunto, así como ampliar las iniciativas y políticas públicas orientadas a favorecer la difusión de las buenas prácticas en todo el tejido productivo y favorecer el trabajo de las empresas eficientes y productivas en todos los sectores a través de políticas pro-productividad que les permitan aumentar su dimensión y ganar cuota de mercado, reduciendo barreras administrativas, regulatorias o financieras.

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