El paisaje geográfico y las infraestructuras europeas hacen que el transporte ferroviario y marítimo sea a menudo más eficaz e incluso más rápido para transportar mercancías.
Así lo ven desde Amazon, que en los últimos años ha ampliado el uso de rutas de Transporte Marítimo de Corta Distancia y del ferrocarril para transportar paquetes e inventarios por toda Europa.
Sólo en 2023, ha aumentado el uso del transporte ferroviario y marítimo en un 50% y ahora distribuye sus productos a través de más de 100 vías ferroviarias y más de 300 rutas marítimas.
Sus redes ferroviarias y marítimas se apoyan en asociaciones con operadores ferroviarios y marítimos europeos, como Cargo Beamer, VIIA, el Grupo Mercitalia, Grimaldi, Stena Line y DFDS, entre otros.
Para poder cambiar con flexibilidad entre los diferentes modos de transporte, utilizan semirremolques que pueden moverse fácilmente entre barcos, trenes y camiones.
Un viaje típico de un producto comienza en un centro de preparación de pedidos de Amazon, donde se carga el semirremolque y se lleva a un puerto marítimo o a una terminal ferroviaria. Desde allí, la carga viaja por barco o ferrocarril hasta otro puerto o terminal ferroviaria, donde los conductores locales la recogen y la llevan al destino final.
Combinar el transporte marítimo y ferroviario con el transporte por carretera, permite al gigante del e-commerce planificar las rutas de forma que los semirremolques recorran las distancias más largas por ferrocarril o mar. Esto reduce significativamente los tiempos de conducción y facilita la contratación de operadores locales de transporte por carretera.
Además, de media, seleccionar una ruta ferroviaria o marítima para transportar los paquetes les ayuda a reducir las emisiones de carbono en casi un 50%.