Amazon ha dado una vuelta de tuerca al uso de las nuevas tecnologías, una de las señas de identidad de la plataforma estadounidense, con el desarrollo de su mayor proyecto de automatización e inteligencia artificial de almacenes.
En concreto, la norteamericana ha convertido su plataforma logística de Shreveport, en el estado de Luisiana, en un complejo avanzado tecnológicamente en el que su plantilla trabaja mano a mano con una flota de robots en una instalación que suma cerca de 280.000 m2 en cinco plantas.
El complejo tiene capacidad para almacenar hasta treinta millones de artículos, así como para gestionar su expedición más rápidamente gracias a la automatización que se ha incorporado en diversas áreas de trabajo del activo, lo que a su vez se traduce en entregas más rápidas.
De manera particular, el sistema utiliza inteligencia artificial para controlar una flota de robots móviles y de brazos automatizados que auxilian a los empleados de la platarorma en labores de almacenamiento, picking y empaquetado, entre otras actividades de almacén.
Como consecuencia, la plataforma estima que esta tecnología reduce los tiempos de procesamiento en almacén en un 25% y mejora la precisión del inventario. De igual modo, Amazon calcula que en los picos de demanda, el desarrollo reduce los costes en un 25%.
Así mismo, Amazon argumenta que estos nuevos sistemas de automatización mejorarán la seguridad del personal de almacén en un 30%. Al mismo tiempo, lejos de eliminar puestos de trabajo, la compañía estima que estos desarrollos tecnológicos supondrán incrementos de un 30% en puestos para ingenieros y personal de mantenimiento.