Un 21% de las empresas de materiales de construcción se encuentra en riesgo máximo o elevado de incumplir sus pagos, según un análisis realizado por Iberinform.
Al mismo tiempo, el riesgo es bajo o muy bajo en un 64% del tejido de este sector y moderado en un 15%.
De manera particular, el peor comportamiento financiero se registra entre las empresas fundadas en la última década, de tal modo que un 30% de estas empresas presentan riesgos de impago significativos, mientras que entre las firmas entre los 10 y los 25 años de antigüedad este ratio se sitúa en el 17% y cae hasta el 13% entre las de más de 25 años.
Por provincias, el ratio de empresas en riesgo máximo o elevado de incumplir sus pagos está por encima de la media en Madrid con un 31%), Castellón con un 26%, Málaga con otro 26%, Valencia con un 24%, Pontevedra con otro 24% y Barcelona con un 22%.
Por contra, el mejor ratio se registra en Alicante con un 16%, La Coruña con un 17%, Murcia con un 19% y Sevilla con un 20%.
Desafíos y debilidades
El informe apunta que el sector de materiales de construcción enfrenta importantes desafíos en su desarrollo. En concreto, su ciclo de demanda está fuertemente pegado a las necesidades cambiantes de la construcción, con un contexto de altos costos en sus aprovisionamientos y una elevada inflación.
Pese a ello, el análisis agregado de las cuentas oficiales presentadas por estas empresas muestra que el sector ha sabido trasladar estos incrementos de costes a sus precios finales, ya que el margen sobre ventas, que se mantuvo en negativo hasta 2014 tras la anterior crisis del sector, ha evolucionado hasta situarse por encima del 4%.
Por otro lado, entre sus principales debilidades están los elevados plazos medios de cobro y un plazo medio de aprovisionamiento, que muestra los días que permanecen las existencias en la empresa, de 83 días.
Así mismo, la financiación ajena representa el 55% del total de sus fuentes de financiación, con una baja calidad de la deuda, ya que el vencimiento del 75% de los fondos ajenos es a corto plazo.
Este sector de actividad presenta una alta atomización con una presencia testimonial de grandes y medianas empresas. Concretamente, un 68% son microempresas, un porcentaje que asciende al 95% si añadimos también a las pequeñas.
Según Iberinform, las empresas de menor tamaño tendrán mayores dificultades para poner en marcha las estrategias específicas para avanzar en la próxima década en aspectos clave como la digitalización, la sostenibilidad y la descarbonización, junto con el uso de nuevos materiales.