La inestabildad geopolítica, las fluctuaciones en la demanda de los consumidores y la presión medioambiental condicionan la actividad económica global, como destaca el '2025 Prologis Global Supply Chain Outlook' que se ha dado a conocer esta misma semana.
El trabajo, elaborado a través de encuestas a más de mil altos directivos de diversos sectores económicos en Alemania, los Estados Unidos y el Reino Unido, incide en la necesidad de que las empresas adopten modelos resilientes y ágiles para sortear lo que parece una crisis múltiple.
En este sentido, el documento apunta que un 66% de los encuestados coloca a la cadena de suministro como una de sus principales preocupaciones, hasta el punto de que un 87% de todos ellos ven esencial prepararse para reaccionar ante posibles eventos no previstos.
De manera particular, un 86% de todos ellos asegura que las crecientes presiones geopolíticas y económicas orientan decisivamente las decisiones sobre lugares de producción y almacenamiento.
Asi mismo, un 71% se dice presionado por el proceso de transición energética y un 70% de los directivos encuestados afirma tener dificultades para determinar las ubicaciones precisas de sus activos logísticos para maximizar el retorno de estas inversiones, a la vista de que cualquier interrupción de la cadena de suministro genera graves consecuencias en las operaciones globales.
Por otro lado, en cuanto a los principales retos de presente y de futuro para la gestión de la cadena de suministro, el análisis de Prologis sitúa junto a la sostenibilidad a la automatización, especialmente en un contexto de clara escasez de profesionales, algo que tienen en cuenta el 87% de los encuestados.
De manera particular, en este ámbito tecnológico, los directivos apuestan por los efectos transformadores que tendrán para la cadena de suministro la inteligencia artificial, la automatización y el análisis de datos.