Grupo Cuevas ha puesto en marcha una nueva plataforma de distribución de frutas y hortalizas frescas para su unidad de negocio Frunatur, que tras casi 11 años en el Polígono de San Cibrao das Viñas, se reubica en la misma zona industrial con una importante ampliación de sus instalaciones.
La nueva plataforma tiene 3.500 m2 contra los 1.400 con los que operaba hasta hoy, lo que le permitirá aumentar su capacidad productiva. Además, está dotada de diez muelles de carga y descarga, habiéndose duplicado los puestos informatizados para la preparación de pedidos.
En concreto, cuenta con una cámara de transición, cinco cámaras de almacenaje, una zona de envasado, otra de picking y, finalmente, la de preparación de pedidos. Cada cámara de almacenaje permite aplicar temperaturas y humedades individualizadas que varían en función del producto.
La plataforma de Frunatur, con 150 m2 de espacio dedicado a la actividad en oficinas, se ubica sobre una parcela de 9.000 m2 que alojan la propia edificación de la plataforma, almacén y oficinas, una zona de aparcamiento con capacidad para más de una treintena de vehículos, y una solera en la que se dispondrá de un espacio específico de 700 m2 para el almacenaje de envases reciclables y palets.
La planta baja de la nueva nave ofrece un espacio específico para la carga de baterías de carretillas y elevadores eléctricos, y un taller de reparación y mantenimiento de las máquinas.
Por otro lado, Grupo Cuevas sigue apostando por modelos de edificio sostenibles. Este centro está equipado con iluminación interior y exterior tipo LED de bajo consumo y cuenta con detectores de presencia en zonas comunes. En la cubierta, se han dispuesto 218 paneles fotovoltaicos con una potencia de 550 vatios cada uno, y capacidad para conseguir un pico de producción de 118 kilovatios.
Además, gracias al uso de electricidad verde, la planta evitará la emisión de 150 toneladas de CO2 a la atmósfera y evitará la tala de 7.500 árboles. El nuevo edificio tiene un sistema de ventilación que produce una renovación del aire constante todo el día, evitando abrir ventanas y la consiguiente pérdida de energía y calor.
Para el equipamiento de la instalación frigorífica, se ha optado por un sistema de CO2 de recalentamiento ultrabajo y eyectores que se traducirá en un ahorro energético superior al 20% respecto a un sistema de refrigeración de CO2 convencional.