El transporte de mercancías por carretera despliega desde hace décadas diversas tecnologías para conseguir un servicio más sostenible desde el punto de vista medioambiental.
Una de estas alternativas es el HVO, acrónimo de Hydrotrated Vegetable Oil, que hace referencia al proceso de hidrotratamiento por el cual un residuo lípido, principalmente aceite de cocina usado y grasas animales, se convierte en diésel.
El resultado de este tratamiento es un diésel elaborado sin usar recursos fósiles, lo que supone una reducción de las emisiones de CO2 en función de las materias primas empleadas en su fabricación y del proceso.
Scania considera al HVO una herramienta clave en la estrategia de la marca para ofrecer una opción eficiente.
Por ello, todos sus motores están certificados para el uso de HVO sin ninguna modificación, ya sea puro o en cualquier proporción, sin necesidad de hacer ninguna modificación ni pasar por el taller. Nada cambia en el vehículo, ni siquiera los mantenimientos, que son los mismos que en vehículos que emplean diésel fósil.
El aumento de puntos de repostaje de HVO en España y en Europa convierten a este combustible renovable en una opción real, viable y en crecimiento para un transporte cada vez más sostenible. Además, el uso de esta opción energética evita tener que modificar o cambiar los vehículos y la operativa.
