
Nikola ha anunciado este 19 de febrero su intención de entrar voluntariamente en proceso de concurso de acreedores.
La compañía se ha dirigido a las autoridades judiciales del estado norteamericano de Delaware para iniciar el procedimiento correspondiente, así como para obtener el permiso preceptivo que le permita subastar y vender bienes.
La intención del fabricante estadounidense es la de mantener ciertas actividades mínimas de mantenimiento y soporte hasta finales del próximo mes de marzo aprovechando que tiene liquidez en sus arcas por valor de 47 millones de dólares.
Nikola ha jugado un papel destacado en el desarrollo de camiones eléctricos y de pila de combustible en los últimos años. Sin embargo, como otras marcas que también han apostado por la innovación en este ámbito, se ha visto sobrepasada por la propia dinámica de la industria automovilística mundial en los últimos años, especialmente desde la pandemia, así como por las propias condiciones del mercado, poco favorables a la innovación.
Desde hace meses, la compañía venía tomando acciones de diversa índole para reducir costes, aumentar capital y generar la liquidez que le permitiera mantener el negocio, pero tras un análisis de la situación, su equipo directivo ha concluido que iniciar un proceso voluntario de concurso de acreedores era la mejor manera de cerrar el negocio a través de una venta ordenada y separada de cada uno de sus activos, maximizando el retorno en lo posible.