A medida que se intensifica el debate en torno a la descarbonización del transporte y la optimización de las cadenas de suministro, la adopción de vehículos pesados de transporte de mercancías eléctricos de batería se perfila cada vez más como una solución práctica y eficaz para la reducción de la huella de carbono.
En este contexto, Thermomax, una empresa de transporte noruega que forma parte del Grupo Girteka, presta servicios de transporte de mercancías pesadas utilizando vehículos eléctricos de batería de Volvo para uno de sus clientes nacionales.
El objetivo es mejorar la sostenibilidad de las operaciones logísticas sustituyendo los camiones diésel convencionales por este tipo de unidades. Además, se pretende combinar el uso de vehículos eléctricos de batería con el transporte ferroviario intermodal.
Así, para cubrir los servicios de transporte en la zona de Trondheim, Noruega, utilizan camiones que recorren aproximadamente 150 km diarios. La carga se entrega desde una estación de ferrocarril hasta un almacén.
Una de las ventajas actuales de los camiones modernos y la telemática avanzada es la supervisión constante del rendimiento del camión. Por ello, en este proyecto todos los datos que pueden analizarse se almacenan y están disponibles en línea para supervisar las operaciones.
En este caso concreto de uso, durante las operaciones se recopila información sobre el uso de la potencia del motor y otros datos, que permiten investigar los niveles de consumo de energía en función de la distancia, los parámetros medios de energía consumida, la propulsión utilizada o la regeneración de energía.
Avances del proyecto
El vehículo eléctrico de batería de Volvo ya ha viajado durante cinco meses a lo largo de este proyecto, consumiendo un total de 12.600 kWh, sin contar la carga, mientras realizaba las entregas. De noviembre de 2023 a marzo de 2024, el consumo medio de energía se situó en torno a 150 kWh por cada 100 km.
No obstante, el consumo de energía varía con la temperatura y se espera que al contar los datos de todo el año sea inferior la media a la del periodo invernal. A lo largo del total de 330 horas de conducción a una velocidad media de 42 km/h y utilizando el control de crucero a un nivel superior al 30%, el vehículo recorrió más de 8.000 km.
Aunque el uso actual de camiones eléctricos sigue limitándose principalmente al transporte nacional, sobre todo por problemas de infraestructura, el efecto medioambiental real puede calcularse fácilmente. Sin embargo, el cálculo depende de varios factores, como la fuente de energía, las formas de utilización del camión o el peso de las cargas.
En este ejemplo, la transición ha supuesto una reducción de 6,2 toneladas de CO2 en tan sólo unos meses. Esta cifra, según explican desde Girteka, representa un beneficio claro y cuantificable de la adopción de vehículos eléctricos en términos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.