El próximo 31 de diciembre de 2024 todos los vehículos de más de 3,5 toneladas que hagan transporte internacional y que lleven instalados tacógrafos analógicos o digitales deberán sustituirlos por el nuevo tacógrafo inteligente de segunda generación.
La regulación del uso e instalación de los equipos de control se hace a nivel de la Unión Europea de manera uniforme, pero, sin embargo, las sanciones no son uniformes y cada Estado miembro aplica las propias.
Dada la dispersión normativa y la complejidad que supone este panorama diverso para los transportistas, VDO ha elaborado una guía especial que recoge toda la información relativa a sanciones, las cuantías por no llevar tacógrafo o no contar con la versión correcta, así como la manera en que cada país va a aplicar la introducción de la segunda generación.
De manera particular, aunque la guía ofrece información para diferentes corredores, los datos más interesantes para las empresas que operan desde España son los relativos a los corredores Mediterráneo y Atlántico.
Así pues, el corredor Mediterráneo cruza España, Francia, Italia, Eslovenia, Croacia y Hungría. En este eje, por ejemplo, en España, una falta de conformidad con la normativa 1054/2014 puede resultar en una multa de hasta 2.001 euros, en Francia las penalizaciones son aún más severas con un año de prisión o una multa de 30.000 euros mientras que en Italia las multas pueden oscilar entre 866 euros hasta 3.464 euros, entre otros.
A su vez, en el corredor Atlántico, las sanciones por incumplimiento varían según el país, desde multas hasta penas de prisión, pasando por los entre 1.200 y 6.000 euros de Portugal o los 1.500 euros de Alemania.
Dado el panorama, la compañía estima que conviene no arriesgarse a ser multados, a inmovilizaciones de vehículos o incluso a perder la honorabilidad de las empresas, por lo que desde VDO recomiendan realizar el cambio ahora o aprovechar las revisiones periódica y mantenimientos del vehículo para evitar colapsos y largas esperas según se acerque la fecha.