Cadena de Suministro:¿Cómo se ha vivido en el área de la logística frigorífica la crisis sanitaria?
Marcos Badenes: Las empresas que se dedican a la distribución han tenido una actividad frenética, con un aumento del almacenaje y los movimientos de mercancía, y gran flexibilidad para dar servicio al cliente. En cambio, las dedicadas al canal Horeca se han visto afectadas por el cierre durante el confinamiento y por la disminución del volumen de empresas abiertas, así como por el descenso del consumo. Han podido sobrellevar la situación porque normalmente simultanean ambas actividades.
CdS: ¿Cuáles han sido los aspectos más complicados de gestionar?
MB: En el caso del almacenaje para distribución alimentaria, las dificultades propias de la logística tensionada, la falta de huecos de almacenaje, la carga y descarga, los turnos de trabajo, la alta rotación y las nuevas normas de higiene. En los servicios Horeca, el ajuste de plantilla, la reducción de movimientos y el ajuste de costes fijos.
Además, las instalaciones han tenido dificultades para conseguir suministros sanitarios para los trabajadores, sumado a la tardanza cuando se conseguían y su altísimo coste. También ha habido problemas para el cobro, tanto si se ha producido un aumento de los servicios como una disminución.
CdS:Desde Aldefe, se sigue denunciando la elevada factura energética del sector por no ser considerado ‘industria’. ¿Qué pasos se están dando para solucionarlo?
MB: Pese a la insistencia ante las autoridades, no ha habido ninguna receptividad para modificar esa clasificación ligada a nuestro CNAE que nos impide acceder a la categoría industrial y ser incorporados a las líneas de ayuda para la optimización y mejora de la eficiencia energética.
Sectores mucho menos dependientes de la energía se ven beneficiados mientras el nuestro se ve privado de esta posibilidad por decisión administrativa, pudiendo aportar al país una mejora muy importante en la eficiencia energética. Continuaremos insistiendo ante los departamentos ministeriales correspondientes con ayuda de CEOE.
CdS: ¿Cómo ha evolucionado la iniciativa lanzada para gestionar la compra de energía para los asociados?
MB: En 2013, Aldefe puso en marcha su propia comercializadora de energía, para que las empresas asociadas pudieran obtenerla ajustando al máximo los costes. Desde entonces, la iniciativa ha evolucionado hasta llegar a los 55 GWh del año pasado, que suponen un volumen importante. La intención es ir incorporando a nuevos asociados.
CdS: ¿En qué medida está afectando al sector el intrusismo por parte de almacenes sin las licencias, la calidad y las garantías necesarias?
MB: El intrusismo afecta directamente al mercado e implica una competencia desleal, aumentando significativamente los metros cúbicos disponibles y reduciéndose la justa remuneración de los servicios. Además, pone en riesgo el mantenimiento de la cadena de frío y la salubridad de los productos almacenados.
La situación es complicada de combatir, pero igual que la Administración nos obliga a mantener nuestras instalaciones al 100% de seguridad e higiene, ha de perseguir y sancionar a las que brindan servicios sin los mismos estándares de calidad.
CdS: ¿Qué avances tecnológicos pueden ser determinantes en el futuro para la operativa?
MB: En un entorno cambiante como el del almacenamiento frigorífico, la tecnología es crítica para mantener la competitividad. Entre las que poco a poco se abren paso, la estrella es la automatización y la robotización, pues el trabajo humano es penoso y difícil. Igualmente todo aquello que implique ahorros energéticos y una mejora de la seguridad es bienvenido, y de la mano de las industrias logísticas del norte de Europa, están implántandose en el mercado el big data y el blockchain.
CdS: ¿De qué manera se está trabajando en la protección del medio ambiente?
MB: La producción de residuos, la emisión de sustancias y el uso de refrigerantes se ha reducido al máximo, utilizándose sustancias más respetuosas con el medio ambiente. Primero, por las directivas de la UE y luego, porque el mercado, por una razón de costes, ha elegido refrigerantes naturales como el amoniaco. Si le sumamos la recuperación de desechos de los embalajes, gracias a grandes compactadoras de residuos, y la mejora de los aislantes y equipos de producción de frío, podemos decir que el sector es de los más conscientes en la materia.
CdS: ¿Qué expectativas tiene el sector tras haber tenido que incrementar su capacidad para asumir la demanda por la peste porcina en China?
MB: El Covid-19 ha trastocado la actividad económica en España y sin duda, nos va a afectar a corto y medio plazo. No obstante, el aumento del consumo de productos congelados y refrigerados que se ha confirmado en la cuarentena, así como el incremento de las exportaciones de productos hortofrutícolas y de carne de cerdo, por la demanda del mercado asiático y la detección de peste porcina africana en Alemania, permiten tener expectativas de mantenimiento de la actividad.
Otra cosa será el mantenimiento de la rentabilidad media y los excedentes que puedan ensombrecer el mercado, con una competencia de precios que en nada beneficia al sector ni al cliente. No es una mala expectativa, pero podría haber sido excelente en circunstancias normales.