La ‘sopa de letras’ del gas como combustible; ¿GNL, GNC o GLP?

Las normativas cada vez más restrictivas de emisiones están impulsando a los operadores de transporte a incorporar a sus flotas vehículos a gas, que dependiendo de su tratamiento y presentación, están disponibles bajo nombres diferentes, según su aplicación.

09/12/2018 a las 12:31 h

gnl gnc glp gas natural El gas natural se puede encontrar en diferentes clases y denominaciones según su estado, que pueden generar confusión.

La  calidad del aire en las ciudades y el cuidado del medio ambiente está llevando a la aplicación de políticas cada vez más restrictivas en cuanto al nivel de emisiones, que los fabricantes ya están empezando a tener en cuenta en el desarrollo de sus nuevas gamas de vehículos.

Ante este panorama, el gas natural se presenta como la única alternativa real al diésel en todo tipo de transporte, dado que prácticamente no genera emisiones, si bien podemos encontrar diferentes clases y denominaciones según su estado, que pueden generar confusión.

GNL - Gas Natural Licuado

El Gas Natural, compuesto en un 90% por metano, puede suministrarse licuado, GNL, con el fin ser transportado y almacenado en estado líquido a -162ºC , y a presión atmosférica en depósitos criogénicos. Es un gas inodoro e incoloro, que no resulta tóxico ni inflamable.

[sumario]El gas natural, tanto en estado líquido como GNL como en estado gaseoso como GNC se presenta como la única alternativa real al diésel en todo tipo de transporte.[/sumario]

El GNL es el combustible indicado para el transporte de larga distancia, dado que en este estado, se reduce considerablemente su volumen, pudiendo almacenarse en los depósitos una mayor cantidad de gas.

Esto garantiza una gran autonomía a los vehículos que lo utilizan, que se sitúa entre los 800 y los 1.500 kilómetros. Además, se trata de la opción preferida por el sector del ferrocarril y el marítimo. La diferencia es notable respecto al GNC, dado que la autonomía con este combustible se limita, por el momento, a los 300 y 500 kilómetros.

GNC - Gas Natural Comprimido

Por su parte, el Gas Natural Comprimido, GNC, se almacena y transporta en fase gaseosa manteniéndolo sometido a una gran presión, de alrededor de 200 bares, a temperatura ambiente. Para ello, se utilizan depósitos de acero, o de fibra de vidrio o carbono. Es compatible con el gas renovable en cualquier proporción, lo que le permite acercarse a un balance de cero emisiones de CO2.

Aunque en esencia se trata del mismo producto, por sus características concretas, el GNC es conocido como el combustible del transporte profesional urbano. Se adecúa a las necesidades de vehículos ligeros, furgonetas de reparto, camiones de RSU, autobuses urbanos y taxis, que suelen realizar desplazamientos en entornos urbanos o de media distancia. También es el más utilizado en los motores marinos auxiliares de los puertos.

glp Carretilla que utiliza GLP como combustible.

En cuanto al precio, el uso del gas natural puede suponer un ahorro del 50% en el coste por kilómetro recorrido respecto a un vehículo de gasolina, y del 30% respecto a un vehículo de gasóleo. Entre sus ventajas, figura también la reducción del ruido. Se trata de unidades especialmente silenciosas, algo que es especialmente valorado de cara a su uso en las grandes ciudades y también en distribución nocturna.

GLP - Gas Licuado del Petróleo

Frente a estos vehículos se encuentran los propulsados por Gas Licuado de Petróleo, GLP, que es una mezcla de gas butano en un 40% y propano en un 60%, que se almacena y transporta en estado líquido a presiones relativamente bajas, de unos 10 bares. Este combustible derivado del petróleo, también denominado autogás cuando se utiliza como carburante para vehículos a motor, permite reducir las emisiones de NOx en un 96%, las de partículas en un 99% y las de CO2 un 10% respecto al diésel.

Con un poder calorífico mucho más alto que los combustibles tradicionales, su densidad es mayor que la del aire, por lo que en caso de fuga, se acumula en la parte baja del vehículo, frente al gas natural, que al ser más ligero, tiende a elevarse, lo que permite su fácil disipación.

Si bien en la península no existen, como norma general, restricciones o normativas que impidan el aparcamiento de estos vehículos en parkings subterráneos, los usuarios sí pueden encontrarse esta situación en otros países.

gnl-gnc-o-glp

Su autonomía depende del tamaño del depósito y de la propia motorización, pudiendo realizar hasta 1.200 kilómetros sin parar a repostar si se combina con un depósito de gasolina. En su caso, el ahorro frente a los combustibles tradicionales puede alcanzar el 40%, mientras que los niveles de ruido disminuyen en un 50%, lo que los hace especialmente recomendables para el transporte urbano.

[sumario]El Gas Licuado de Petróleo, GLP, es un combustible derivado del petróleo, mezcla de gas butano en un 40% y propano en un 60%.[/sumario]

Cuenta con una gran ventaja frente al gas natural, dado que actualmente cerca de 600 estaciones de servicio permiten el repostaje de vehículos a GLP en España, como recoge la Asociación Española de Operadores de GLP, que cifra en 50.000 los usuarios de vehículos con este combustible en el país.

En cuanto a la recarga de gas natural, actualmente existen 124 estaciones de gas natural operativas en España, de las que 57 son públicas, y otras 10 en Portugal. No obstante, en los últimos años se está multiplicando el número de gasineras y de hecho, hay planes para implantar otras 80 en España y 10 en Portugal, lo que implica un crecimiento del 65% y del 100% respectivamente, según datos de Gasnam.

Sin duda, España es el país europeo con un mayor nivel de infraestructuras para acoger la creciente demanda de gas natural, que permitirá impulsar las exportaciones y el desarrollo económico del país.

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