Tras un desafiante 2021, el sector hortofrutícola europeo confiaba en que en la medida en que remitieran los efectos de la pandemia, volvería la estabilidad al mercado.Sin embargo, la situación en Europa cambió abruptamente con la invasión rusa de Ucrania en febrero, que tuvo un fuerte impacto a nivel económico.
Los precios de la energía y los fertilizantesaumentaron considerablemente y, como resultado, otras materias primas cuya producción requiere mucha energía también se encarecieron.
Así se refleja en un informe estadístico publicado por Fruit Logística en colaboración con Fruitnet para analizar los datos del sector relativos al ejercicio anterior.
En conclusión, puede decirse que para los consumidores de la Unión Europea,2022 se caracterizó por un fuerte aumento en el coste de vida.
La energía en particular se volvió significativamente más caracon el comienzo de la guerra, lo cual afectó tanto los consumidores privados como a los productores y comerciantes de frutas y hortalizas.
En cualquier caso, los productos hortofrutícolas tuvieron una contribución escasa en el aumento del coste de vida a lo largo del año.
Igualmente, el impacto de los elevados costes de transporte y las limitaciones de capacidad en el comercio exterior no fue tan pronunciado como inicialmente se esperaba en la UE-27.
Importación y exportación
En concreto, en el comercio intracomunitario, las importaciones de frutas y hortalizas frescas se redujeron un 3% respecto al año anterior. Los descensos más pronunciados se registraron para las sandías y las zanahorias, lo cual también se explica por la menor oferta de ambas.
Del mismo modo, se importaron lechugas y champiñones en cantidades significativamente menores que las del año anterior.
[sumario]Las exportaciones hortofrutícolas internas dentro de la Unión Europea cayeron levemente en 2022, debido a una menor cantidad de las frutas exportadas”.[/sumario]
De hecho, los elevados costes de producción han llevado a descensos en la producción de champiñones, por lo que habría también menos producto disponible para el comercio internacional.
En cuanto a las exportaciones internas dentro de la Unión Europea,también cayeron levemente en 2022, debido a una menor cantidad de frutas exportadas.
En el comercio exterior, los cambios fueron algo más pronunciados. Así, se ha importado un 3% menos de frutas y verdurasde países de fuera de la UE, destacando el retroceso de naranjas y manzanas.
En este sentido, el mercado europeo se ha vuelto menos atractivo para los proveedores de fuera de la UEdebido a un euro comparativamente débil. Como resultado, las bananas y otras frutas tropicales han seguido otras rutas.
En cambio, la importación de sandías desde países de fuera de la UE está aumentando por las restricciones de cultivo en la UE.
En cuanto a las hortalizas, las importaciones de cebollas, zanahorias y pepinos de otros países fueron inferiores a las del año anterior. La razón principal es el mayor nivel de autosuficiencia en este ámbito entre los países de la UE.
Nuevos requisitos en Reino Unido
En lo que se refiere a Reino Unido, el informe apunta que el Brexit ha conseguido que los proveedores no europeossean más competitivos.
Desde enero de 2021, las frutas y hortalizas procedentes de la UE con destino al Reino Unido deben ir acompañadas de una declaración aduanera y un certificado de conformidad con las normas de comercialización, pero desde julio de 2022, también deben ir acompañados de un certificado fitosanitario.
Teniendo en cuenta estos requisitos, ahora los países de la UE no tienen ninguna ventajaespecífica sobre otros países proveedores, como Marruecos.
No obstante, aunque la mayor parte de la fruta importada por Reino Unido proviene de países no pertenecientes a la UE, la proporción de hortalizas importadas desde el bloque comunitariosigue siendo alta.
Una cosecha menor
En general, la cosecha de frutas y hortalizas en los países de la UE-27 fue alrededor de un 3% más baja en 2022, tal y como indica el informe de Fruitnet.
Sin embargo, la disminución se atribuye casi exclusivamente a las hortalizas,pues la cosecha de frutas en su conjunto fue apenas un 0,3% menor. En cualquier caso, los resultados llegan a diferir significativamenteentre los tipos individuales de frutas y hortalizas.
Cabe señalar que las condiciones climáticas extremas, con lluvias excesivas primero y un calor y una sequía que limitaron después las opciones de riego, han afectado especialmente a los cítricos en España. Como resultado, esperaba la cosecha de cítricos más pequeña de la última década al comienzo de la temporada.
En toda Europa, se estima que se han cosechado un 3% menos de naranjasy un 5% menos de ‘Easy Peelers’, como clementinas o mandarinas.
El mercado europeo se ha vuelto menos atractivo para algunos proveedores de fuera de la UE.
Los recortes en sandías han sido incluso más significativos. Después de los débiles resultados económicos de los dos años anteriores, la superficie cultivada para la temporada 2022 se había reducidoen los principales países productores.
Asimismo, las heladas tardías en la primavera provocaron algunas pérdidas y retrasos adicionales. Así, según las estimaciones iniciales, en toda Europa fueron cosechados alrededor de un 11% menos de sandías.
Por contra, el hecho de que se hayan registrado mayores volúmenes de fruta de hueso y peras, por ejemplo, ha hecho que la cosecha total de frutas se redujera solo ligeramente en 2022.
No obstante, después de que las heladas provocaran pérdidas en 2020 y 2021, los daños por heladas en el último año fueron mucho menores que en los dos años anteriores.
Es importante destacar que los melocotones, nectarinas y los albaricoques se cosecharon en mayor cantidad que en 2021. Sin embargo, si se realiza una comparación a largo plazo, la cosecha estuvo ligeramente por debajo de la media.
Respecto a la fruta de pepita, hubo retrocesos tanto en la Península Ibérica como en el sureste de Europa. Sin embargo, la cosecha de manzanas de 2022 no se desvió significativamente del volumen del año anterior.
La cosecha de frutas y hortalizas disminuyó en la UE en 2022.
El caso de las hortalizas
En su caso, la cosecha de hortalizas fue un 6% inferior, aunque debe tenerse en cuenta la gran cantidad de verduras que se cosechó en 2021.
El pequeño tamaño de la cosecha de cebollas fue especialmente significativo, pues la gran cosecha de 2021 había presionado los precios en toda Europa, y como consecuencia, la superficie cultivada se redujo considerablemente para la campaña de 2022.
Esto se vio agravado por la sequía estival en toda Europa.Además, el fuerte aumento de los costes energéticos también se reflejó en los volúmenes de cosecha.
En el caso de tomates, pimientos y pepinos, se calcula que el volumen de producción en toda Europa ha sido un 10% inferior al del año anterior. En los invernaderos con calefacción e iluminación del Benelux, por ejemplo, se acortaron los periodos de producción para mantener los costes bajo control.
En cambio, las condiciones en las regiones productoras españolas tampoco fueron las ideales, sobre todo en la primavera de 2022, por lo que también aquí se obtuvieron rendimientos ligeramente inferiores a la media.
La cosecha récord de zanahorias de 2021 tampoco fue igualada. Las pérdidas por un verano seco y caluroso no pudieron compensarse totalmente ni siquiera con las lluvias posteriores. Lo mismo puede decirse de otras hortalizas almacenadas, como los repollos o los apionabos.
Asimismo, para muchas hortalizas de exterior, las condiciones del verano de 2022 no fueron óptimas. Así, la coliflor y el brécol se cosecharon en menor cantidad. En cambio, las lechugas y los calabacines lograron un ligero aumento del volumen.
