El puerto de Ferrol cerró 2023 con unos volúmenes de tráfico cercanos a los seis millones de toneladas, en un contexto portuario español en el que se ha producido una contracción generalizada en el movimiento de mercancías, atribuida principalmente a la desaceleración del comercio a nivel mundial.
A pesar de estos desafíos, las dársenas ferrolanas gestionaron un total de 5.906.802 toneladas en el último año, el segundo mejor resultado en los últimos cinco años, solo superado por las 6.369.183 toneladas de 2022.
Aunque este registro representa una disminución de 462.000 toneladas en comparación con el año anterior, se destaca lamejora en comparación con los años 2021, 2020 y 2019, poniendo de manifiesto la diversificación de los tráficos y la reducción de la dependencia histórica del carbón.
En términos de tipos de tráficos, se destaca el buen desempeño de la mercancía general, que experimentó un crecimiento del 3,05%, alcanzando las 992.769 toneladas en las dársenas ferrolanas. Este dato adquiere mayor relevancia al considerar que, a nivel nacional, la mercancía general disminuyó en un 3,2 %. Además, los graneles líquidos y sólidos mostraron estabilidad.
Contrastando con esta situación positiva, la paralización de Alcoa ha impactado significativamente en los resultados de San Cibrao. En este caso se registró una caída del 53,34%, pasando de 5,4 millones de toneladas en 2022 a 2,5 millones en el último año. Este descenso afecta todos los tipos de tráficos y deja a San Cibrao muy por debajo de los resultados históricos, que alcanzaron un récord de 6,1 millones de toneladas en 2020.
De hecho, desde el organismo público se ha mostrado preocupación por el futuro de Alcoa y su impacto tanto en el puerto como en la economía de A Mariña.
A nivel general de todos los puertos gestionados por la Autoridad Portuaria, las empresas operantes en los muelles de Ferrol y San Cibrao movieron 8.436.930 toneladas en el período de enero a diciembre, frente a las 11.791.828 toneladas en el mismo período de 2022.