De cara a las próximas elecciones al Parlamento Europeo de junio, la Organización Europea de Puertos Marítimos, Espo, ha elaborado un memorando titulado ‘Una Europa netamente cero, inteligente, resiliente y competitiva: Los puertos de Europa como parte de la solución’.
El documento desarrolla nueve áreas prioritarias para el desarrollo de los puertos inteligentes en la Unión Europea a partir de un análisis realizado por la Cátedra Smart Ports de la Universidad Jaime I.
La primera de estas áreas tiene que ver con la implementación efectiva, dado que los puertos europeos demandan claridad y respaldo por parte de los responsables políticos para garantizar la efectiva implementación de las regulaciones vigentes, abordando posibles incoherencias o políticas contradictorias.
La segunda línea sitúa a los puertos como facilitadores de energías renovables, por lo que se considera crucial otorgar a los puertos el espacio necesario para desempeñar su función como facilitadores de la transición energética, eliminando obstáculos burocráticos y considerándolos activamente en el desarrollo de políticas energéticas, economía circular y estrategias de carbono.
En tercer lugar, destaca el papel de los enclaves para la reducción de emisiones y contaminación, motivo que hace prioritario alcanzar un acuerdo global sobre la fijación de precios de emisiones marítimas de gases de efecto invernadero.
Por otro lado, se aboga por la igualdad de condiciones, así como por un control de la competitividad que no perjudique en la formulación de políticas de la Unión.
En quinto lugar, los puertos son fundamentales para fortalecer la resiliencia de Europa y constituyen un pilar importante de la soberanía de la cadena de suministro de Europa, que debe mantenerse como un lugar que atraiga inversiones y resulte seguro.
A su vez, la digitalización y las tecnologías inteligentes son herramientas cruciales para hacer que los puertos de Europa sean más eficientes, seguros y sostenibles.
De igual manera, por lo que respecta a las inversiones para los próximos diez años, se estima que los puertos de Europa requerirán 80.000 millones de inversiones durante la próxima década, algo que obliga a pensar en el acceso a un sólido instrumento de apoyo financiero, con dotaciones portuarias específicas, para invertir en proyectos con alto valor social. El acceso a la financiación europea debería simplificarse.
En octavo lugar, la estructura institucional de la Unión Europea debe adaptarse a la nueva realidad con un enfoque más integrado al desarrollar nuevas políticas y una mayor cooperación que fomente un diálogo continuo, transparente y abierto entre las partes interesadas y los responsables políticos de la UE para abordar la complejidad de los desafíos actuales.
Por último, se considera imprescindible abrir puertas para atraer nuevas empresas y talento al sistema portuario y a las ciudades a partir de una cooperación eficaz entre todas las partes interesadas para atraer profesionales a los puertos.