Durante estos días tras la finalización de la temporada estival se registra un cierto incremento de la actividad de transporte marítimo internacional en las semanas previas a la Golden Week china, a primeros de octubre.
En este contexto, Maersk monitoriza por un lado el estancamiento de las negociaciones laborales en los puertos de la costa este de los Estados Unidos, así como la posibilidad cada vez más cercana de una huelga.
Por otra parte, la naviera también reporta un alto grado de estabilidad en sus actividades en elnorte de Europa y el Mediterráneo, aunque marcadas por algunas incidencias que podrían afectar a sus servicios.
En este sentido, la rotura de una grúa en Rotterdam está dando lugar a ciertos retrasos en el enclave neerlandés, mientras que, al mismo tiempo, en el recinto alemán de Bremerhaven las tensiones laborales están produciendo alteraciones en el servicio.
A su vez, las aduanas de toda Alemania han empezado a reclamar los manifiestos con un plazo de entre 48 y 72 horas antes de la llegada de los buques, por lo que la compañía danesa ha implemantado una política en el país de no cargar, ni descargar a no ser que la documentación de los embarques esté lista previamente.
En el Mediterráneo, las terminales de Maersk en Algeciras y Tánger funcionan con estabilidad, aunque en la primera se registran ciertas afectaciones relacionadas con trabajos de mejora en grúas y pavimentación, lo que genera un incremento de la ocupación en los patios y, a su vez, también retrasos y mayores tiempos de espera.