Con motivo de la Jornada celebrada este pasado martes en Algeciras sobre la "Organización de Controles en los Tráficos Internacionales de Mercancías", ha sido Arcadi España, secretario de Estado del Ministerio de Política Territorial, quien ha adelantado la voluntad del Gobierno español de acometer la reforma del servicio que se presta a los operadores económicos, en el control fronterizo en el trafico internacional de mercancías.
España ha destacado el papel que juegan las Administraciones como un prestador de servicios que debe estar en un constante proceso de mejora continua y con el hecho de que los problemas "no se solucionan siempre con más medios si no con una mejor organización que ha de venir de la mano de la colaboración público privada de todos los intervinientes".
Por su parte, la secretaria general de Coordinación Territorial, Miryam Álvarez, ha destacado que la información recabada en este tiempo en que se han mantenido contactos con todos los actores implicados, permite plantear una revisión de este plan, que se aborda con una visión integral con el objetivo de conciliar seguridad con eficiencia y agilidad.
Es responsabilidad del Ministerio de Política Territorial la dotación de recursos humanos y medios técnicos para los servicios de control sanitario en frontera que se integran en las delegaciones de gobierno, así como de la coordinación de las competencias con los seis ministerios implicados, Sanidad, Transportes, Agricultura, Hacienda, Economía y el propio de Política Territorial, para adecuar los recursos a las necesidades.
El Gobierno aborda este cambio quince años después del último acuerdo adoptado para mejorar la operatividad de los Puestos de Control Fronterizo. Como consecuencia del crecimiento del tráfico de mercancías, desde la Administración se ha visto la necesidad de dotar de una mayor agilidad al sistema y de una adaptación a las nuevas realidades y a las nuevas demandas.
Se pretenden abordar cambios organizativos mediante medidas destinadas a evitar duplicidades y demoras en los procesos de entrada de las mercancías, algo fundamental en el caso de mercancías perecederas.
Con ello se quiere dar cumplimiento a una histórica demanda del sector, al tiempo que se pone el foco en ganar en eficacia y eficiencia, manteniendo las garantías de servicio y de dotación de las plantillas altamente especializadas, pero mejorando las herramientas de control que permitan seguir ampliando mercados en el exterior.
De igual manera, se estima que la agilización de estos servicios redundará en una reducción de los costes de exportación e importación. Esta reforma también está destinada a mejorar la competitividad de España, potenciando un sector estratégico como es el comercio exterior, en un contexto en el que entre 2028 y 2023 se han incrementado en un 31% el número de partidas inspeccionadas en los puestos de control fronterizo de los puertos y aeropuertos españoles.