Dos años después del inicio de la guerra en Ucrania, las sanciones impuestas a Rusia están limitando la capacidad del país para exportar carbón. Así, durante las siete primeras semanas de 2024, los envíos de carbón ruso han caído un 14% interanual.
Los volúmenes han disminuido gradualmente desde octubre de 2023, cuando empezaron a surgir problemas logísticos. Así lo explican desde Bimco, que refiere que una parte significativa del carbón ruso procede de Siberia y se transporta a los puertos por ferrocarril.
Sin embargo, desde el inicio de la guerra en Ucrania, los ferrocarriles rusos han estado bajo presión, ya que las sanciones empujaron las exportaciones de carbón ruso hacia el este. Así, en 2023, China fue el destino del 41% de los envíos de carbón ruso.
Las sanciones a Rusia han añadido más presión, provocando una menor eficacia y fiabilidad del transporte ferroviario desde octubre de 2023. El transporte ferroviario ruso está teniendo también dificultades para garantizar la importación de piezas de repuesto, como lubricantes especializados, rodamientos y componentes electrónicos.
Los esfuerzos por eludir este problema sustituyendo las importaciones por equipos nacionales han fracasado, ya que suelen ser de menor calidad.
En cualquier caso, "el impacto global de la deficiente logística rusa en el mercado de graneles sólidos parece ser marginal, ya que la oferta mundial de carbón es abundante", tal y como aseguran desde Bimco.
Así, desde octubre de 2023, los envíos mundiales de carbón han aumentado un 7% interanual a pesar de la pérdida de carbón ruso, por lo que parece que es Rusia la que está soportando la mayor parte del impacto.
Las consecuencias de los menores envíos de carbón en las distancias también parecen ser residuales. Los envíos procedentes de Rusia tienen una distancia de navegación inferior a la media, pero han sido sustituidos por envíos con distancias similares.
En cualquier caso, el gobierno ruso parece decidido a impulsar las exportaciones de carbón a China. Por ello, está trabajando para aumentar la extracción de carbón y eliminar los cuellos de botella en sus infraestructuras.
Se van a electrificar dos importantes vías férreas en Siberia y ya se ha llegado a un acuerdo para construir un nuevo puente ferroviario entre Rusia y China. Si se consigue, podrían aumentar las exportaciones por tierra a China, pero la AIE estima que su demanda de carbón habría alcanzado su punto máximo en 2023.
Además, podría ser difícil para Rusia encontrar nuevos socios comerciales, por las sanciones y la competencia de otros exportadores como Indonesia y Australia.