El transporte marítimo vive momentos de gran incertidumbre dada la inestabilida geopolítica que domina las relaciones internacionales, especialmente en las complejas relaciones de los países occidentales con Rusia y China, así como a consecuencia del conflicto en Oriente Medio, con derivadas que afectan directamente al tránsito por uno de los ejes principales del comercio mundia, como es el canal de Suez.
En su último informe sobre el transporte marítimo, la Unctad concluye que esta situación mundial repercute también de manera específica en el mercado de transporte marítimo de contenedores, con un panorama en el que la capacidad evoluciona a mayor ritmo que la demanda de estos servicios.
En concreto, el organismo internacional estima que la capacidad del mercado de contenedores crecerá un 9,8 este 2024, mientras que la demanda para el transporte marítimo de mercancía contenerizada terminará el ejercicio un 7% por encima de la del año pasado.
Sin embargo, pese a ello no está garantizada la estabilidad de los fletes. Aparentemente esta situación en la que la capacidad es mayor que la demanda podría impulsar los precios a la baja y, aunque los principales indicadores que se dan a conocer periódicamente (y que recoge puntualmente Cadena de Suministro) apuntan en esa dirección, la tendencia puede cambiar de tendencia súbitamente.
Ello es consecuencia de la inestabilidad política mundial, que aporta un alto grado de incertidumbre y que impide hacer pronósticos con cierto grado de garantía de cara al futuro, dado que cualquier evento podría provocar nuevas disrupciones que, a su vez, también se reflejarían en la capacidad, las rutas y la operativa.