Adif ha iniciado dos procesos de arrendamiento de dos espacios que suman una superficie superior a 23.000 m² en la terminal de transporte de mercancías de Madrid-Abroñigal y la instalación logística de Santa Catalina.
En la terminal de mercancías de Madrid-Abroñigal, se oferta una nave cubierta diáfana de 5.000 m² para su uso como almacén logístico destinado al almacenaje y distribución de mercancías. El contrato, con un importe mínimo de 1,2 millones de euros, tiene una duración de cuatro años, prorrogables otros dos.
El adjudicatario deberá realizar una inversión inicial de 30.000 euros en actuaciones en la plataforma sur de acceso a la nave y la rampa, así como mejoras en la señalización. En 2023, por cierto, la terminal de transporte de mercancías de Madrid Abroñigal gestionó 2.776 trenes y se manipularon 86.750 UTIs.
Por su parte, en la instalación logística de Santa Catalina se ha sacado a licitación una parcela de 18.200 m² que dispone de dos vías de 200 metros para la estancia y distribución del material ferroviario.
El espacio se destinará a taller privado para realizar las actividades de reparación, mantenimiento y adecuación de material ferroviario. El presupuesto mínimo del contrato es de tres millones de euros, con un plazo de 15 años.
El adjudicatario realizará una inversión mínima de 1,8 millones de euros destinada a la urbanización de accesos y la construcción del taller de mantenimiento ferroviario. En el caso de superar esta inversión mínima, se podrá ampliar la vigencia del contrato hasta un máximo de 5 años.
La intención de Adif es poner en valor estos activos complementarios a la actividad ferroviaria y potenciar los servicios asociados a la logística de las mercancías y el tren en Madrid.