El 2024 está llegando a su fin en un contexto de escasez de capacidad y aumento de la demanda.
Precisamente la falta de capacidad es, a juicio de Expeditors, uno de los principales retos del sector en estos momentos.
Según la compañía, esta circunstancia se verá agravada por la escasez de conductores y los altos costes de gestión, factor que, a su vez, podría generar un importante nivel de quiebras el próximo año.
Ante esta situación Expeditors aboga por anticipar las cargas y dar plena visibilidad a proveedores con el fin de optimizar las rutas y la consolidación de mercancías ante un fin de año que trae un aumento de precios debido a la alta demanda y a la falta de capacidad.
Así mismo, la empresa vaticina un 2025 "crítico”, en el que la sostenibilidad, la modernización y la automatización de la información serán factores clave, con flotas cada vez más eficientes y menos contaminantes.
En este sentido, la inteligencia artificial también ha empezado a jugar un papel clave en el transporte por carretera para optimizar las rutas y revisar la fiabilidad y resiliencia de las cadenas logísticas, que evolucionan para adaptarse a las crisis de forma inmediata para evitar sobrecostes, demoras o retrasos.
Todos estos condicionantes conducen, según el criterio de Expeditors a un modelo localizado que tiene dos objetivos principales, como son la reducción de costes de transporte y la mitigación de la huella de carbono.
Este contexto coloca a la visibilidad y la automatización como dos factores esenciales que marcarán el futuro del transporte por carretera.