El sistema de posicionamiento y su conexión con los satélites Galieo ya afectó a la llegada del tacógrafo inteligente de segunda generación el año pasado y ahora parece que sigue dando problemas.
Según informa Fenadismer, en varios países de la Unión se ha detectado una nueva disfuncionalidad relacionada con la conexión del nuevo aparato de control con el sistema de geolocalización de la red europea de navegación por satélite Galileo.
Al parecer, dado que la antena de conexión al ir instalada en el interior de los vehículos no emite correctamente, lo que podría obligar a instalar un nuevo dispositivo exterior en todos los vehículos.
De hecho, la organización empresarial asegura que se ha podido constatar que los tacógrafos funcionan mal durante los días nublados, llegando a perderse parcialmente la señal. Algo similar ocurre asimismo si el vehículo circula por zonas urbanas en la que hay presencia de edificios altos o si la antena está enfocada hacia el norte o no hay un número mínimo de satélites disponibles al mismo tiempo,.
Todo ello provoca el riesgo de sanciones para los transportistas por mal funcionamiento del tacógrafo, sin que, en realidad, tengan nada que ver en estas averías.
Esta nueva circunstancia se viene a sumar el hecho de que más de un millón de vehículos de transporte en toda Europa que hacen internacional, de los que unos 140.000 son españoles, tendrán que instalar el nuevo tacógrafo inteligente de segunda generación antes de fin de año, pero las empresas que producen estos aparatos no ven que exista demanda para realizar este cambio, a pocos meses de que sea obligatorio y a la vista de la infraestructura de talleres y de las dotaciones de personal técnico homologados para ello.