El presidente de Renfe, Raül Blanco, abandonará su cargo el próximo martes 14 de enero aludiendo a "motivos personales" y de mutuo acuerdo con el Ministerio de Transportes.
Blanco, que se centrará a partir de ahora en nuevos objetivos profesionales en el ámbito privado, asumió la presidencia de Renfe en febrero del año 2022. Desde entonces, la empresa pública ha pasado de unas pérdidas de 123,4 millones en 2023 a 20 millones de euros en 2024, lo que supone una reducción del 83%.
Además, el resultado bruto de explotación ha aumentado un 28% respecto al año anterior, alcanzando los 450 millones de euros. También se ha culminado la modernización de la compañía con el cambio de los equipos de dirección, se han mejorado las normas de transparencia y 'compliance', y se ha creado Renfe Proyectos Internacionales en 2023.
El objetivo es tener resultados positivos a partir de 2025, para afrontar en mejores condiciones la competencia a nivel nacional e internacional. Según apunta Expansión, el próximo presidente de Renfe podría ser el actual secretario general de Movilidad, Álvaro Fernández Heredia.