Si durante una fase crítica del verano fue la cumbre del G-7 en Biarrritz la que provocó graves trastornos al transporte por carretera, el otoño, al otro extremo de la cordillera pirenaica, han sido las persistentes movilizaciones separatistas catalanas las que han vuelto a poner en jaque al sector.
En este contexto de indefensión e incertidumbre que viven los transportistas cobra relevancia la necesidad de contar con un tercer paso que permita salvar los Pirineos por su eje central, tal y como desde hace largo tiempo vienen demandando en Aragón y que persistentemente también encuentra el silencio de las autoridades francesas al otro lado del sistema montañoso.
Sin embargo, los aragoneses, fieles a su fama de pueblo tenaz, siguen insistiendo y, en consecuencia, sus empresarios vuelven a reclamar en que se prioricen las comunicaciones transfronterizas España-Francia a través del Pirineo oscense, tanto ferroviarias como por carretera, en el convencimiento de que resultan indispensables para desarrollar todo el potencial logístico aragonés, la competitividad del tejido productivo autonómico y el atractivo de la región para atraer nuevas inversiones.
A juicio de CEOE Aragón, CEPYME Aragón y Consejo Aragonés de Cámaras, estas conexiones transfronterizas a través de Aragón no son solo necesarias para la Comunidad, sino que deben considerarse fundamentales para el transporte de mercancías entre España y Europa, con Aragón como nodo logístico del sur de Europa, articulando el transporte intermodal de mercancías entre, por una parte, el Cantábrico y el Mediterráneo, y, por otra, los principales puertos del sur de Europa, como son Sines en Portugal y Algeciras en España.
En este sentido, las tres instituciones consideran que es momento de retomar la reclamación de estas infraestructuras, especialmente la Travesía Central del Pirineo y la finalización de la autovía Somport-Sagunto, así como la urgente modernización de su conexión en Francia.
La travesía central permitiría dar un impulso multiplicador al tráfico ferroviario de mercancías a través de un túnel de baja cota y gran capacidad en la parte central del Pirineo, mientras que la autovía Somport-Sagunto está pendiente de la conclusión del tramo Jaca-Somport y de mejorar la conexión a través del túnel del Somport y especialmente en la parte francesa, por lo que se reclama la implicación del Gobierno francés, así como de las autoridades europeas.
Para los empresarios aragoneses, ambas infraestructuras suponen la única alternativa viable a la congestión de los pasos transfronterizos existentes por los extremos de los Pirineos, aportan la estabilidad política e institucional de Aragón frente a problemas como los vividos estos días pasados especialmente en La Junquera y su ejecución es viable y sostenible medioambientalmente con las garantías y tecnología existente.