La Diputación de Vizcaya tiene previsto iniciar con el comienzo de 2022 las obras de la que será su primera autopista inteligente, un tramo de 57 kilómetros de la A-8 entre Ermua y Ugaldebieta digitalizados y sensorizados, para probarse tecnologías de movilidad autónoma, conectada y cooperativa e infraestructuras inteligentes.
En concreto, las autoridades provinciales vascas tienen previsto que en esta primera parte del año se instalarán las primeras balizas de comunicación cooperativa, que recibirán y emitirán mensajes entre los vehículos y con los centros de control sobre incidencias como condiciones meteorológicas adversas, obras, congestiones de tráfico u obstáculos en la calzada, entre otros, para que los usuarios puedan anticiparse ante una situación de emergencia o una retención de tráfico.
Así mismo, a lo largo de 2022 se instalarán el resto de las balizas hasta un total de 50, con la intención de que para 2024el proyecto estará completamente operativo.
Entre las tecnologías que se quieren implantar a través del proyecto se encuentran los sistemas inteligentes de transporte cooperativos que permiten la comunicación vehículo-infraestructuray vehículo-vehículo para mandarse avisos sobre el estado de la vía.
De igual modo, también se pretende sensorizar mediante internet de las cosascuatro infraestructuras de la red viaria que actuarán como gemelos digitales, con la idea de convertir las carreteras forales de la demarcación en un laboratorio.