Los principales retos del sector logístico pasan por planificar y gestionar el volumen, las rutas, el personal y mejorar los costes ocasionados por unas cadenas de suministro cada vez más competitivas, que han evolucionado gracias a la tecnología, la innovación y los softwares de gestión.
En el caso del negocio de la carga aérea en aviones de pasajeros, la inteligencia artificial puede ser la protagonista. Esta tecnología prevé la mejor ubicación y almacenaje para cada mercancía, mejorando el proceso en tiempo y costes, y haciendo más sostenible un viaje de pasajeros al incluir más carga en su bodega.
Así, es capaz de ordenar la carga, a la temperatura que precisa cada una, y poner en marcha en tiempo y forma el viaje de pasajeros y de una partida de mercancías para que lleguen en tiempo y forma a su destino.
Es en este contexto donde surge la nueva marca de Vasco denominada Vasco Air Cargo, con la que irrumpe en el mercado de carga a través de la representación de Binter.
Juntos desarrollan una logística aérea eficaz, rápida, segura y económica para que los negocios peninsulares puedan transportar sus productos a Canarias. El acuerdo permitirá conectar a varios aeropuertos de la península con los ocho aeropuertos de las Islas Canarias.
Para ellos, es fundamental ofrecer un servicio de continuidad y trazabilidad, lo que implica apostar por la automatización, que no solo mejorará costes, sino que permitirá adaptarse a las necesidades de los clientes de una carga aérea en un avión de pasajeros.
La inteligencia artificial aportará agilidad en la contratación del espacio, pues el software decidirá su mejor ubicación, espacio y la disponibilidad. Además, contribuirá a optimizar el espacio útil de una bodega de avión, mejorando la eficiencia de un vuelo comercial.
Puede ayudar a enriquecer las experiencias de los clientes a través de conversaciones y chatbots, o comprender los datos de reiteradas cargas a fin de obtener mejores resultados que mejoren sus ventas.
"Si una máquina puede reservar espacios de carga por nosotros adelantándose a nuestro stock, la ventaja es clara. Si el rastreo de producto fresco es en tiempo real, un restaurante podrá mejorar la competitividad de su menú, y si además nos aporta datos de tendencia de consumo, mejorará la distribución de nuestro producto en territorios y destinos más segmentados, huyendo de puertos congestionados o hubs como Madrid o Barcelona”, afirma Jon Azarloza, consejero delegado de Vasco.