La red de transporte estadounidense Uber planea comenzar a ofrecer sus servicios en el sector del transporte de mercancías de larga distancia. Su objetivo es integrar en sus camiones la tecnología de la 'startup' Otto, que ha adquirido en verano por 680 millones de dólares, centrada en convertir cualquier camión en autónomo.
El sistema propuesto, que estaría listo para el verano de 2017, se basa en la instalación en los camiones existentes de una tecnología de conducción autónoma que permita el desplazamiento por las carreteras estadounidenses, con una intervención mínima del conductor.
La compañía dispondrá de una flota de 15 camiones, más del doble que la actual, que asciende a seis unidades, para el momento de lanzamiento de este servicio, que se implementará para el reparto en almacenes y tiendas. Esto contribuirá a la automatización parcial de sus procesos y les permitirá mejorar su eficiencia.
En este caso, aunque será necesaria la presencia de un conductor y un copiloto para garantizar la seguridad en la conducción, los profesionales tendrán un mayor tiempo de descanso y los procesos de entrega serán más rápidos.
De este modo, Uber comenzará a diversificar sus áreas de negocio dentro del sector del transporte, entre las que también se encuentra la división 'Eats' para la entrega de comida, que comenzará a operar próximamente en 22 países.