El sector naval vigués se encuentra inmerso en negociaciones para construir siete barcos con una inversión de 120 millones. Se trata de un proyecto conjunto de tres astilleros, uno de ellos Cardama, según ha confirmado la propia empresa. No se ha dado a conocer ni el país de origen de las embarcaciones ni el nombre de los otros dos astilleros.
Cardama ha afirmado que una delegación de esos astilleros se encuentra desplazada en ese país para cerrar las negociaciones y que, inicialmente, ese gobierno había planteado al astillero Cardama la construcción de un multipropósito. Además, se construirán otros buques, uno hospital y patrulleras, por 120 millones de euros, y que supondrían carga de trabajo para tres años.
Desde el astillero Cardama se ha apuntado que, aunque "el proyecto está cerrado", aún no se han producido las adjudicaciones. En todo caso, estos astilleros esperan el visto bueno de ese país, que ha "regateado" y al que se le dio un plazo límite, ya vencido, "en cualquier momento".
Por otra parte, ha confirmado que Cardama mantiene negociaciones para contratar cinco barcos, algunas ya muy avanzadas, como el caso de un multipropósito para el gobierno de Irak. Además de este barco, el astillero vigués está pendiente de cerrar la contratación de dos remolcadores para África, y del ferry para Angola, aún pendientes por problemas de financiación.
Durante los últimos años, el astillero ha vivido "los mejores años" de su historia, ya que además de la construcción, Cardama ha mantenido su actividad de reparación, así como proyectos de I+D+i relacionados con la energía maremotriz.
Profesionalidad del sector
Los representantes de Cardama han hecho estas declaraciones durante la celebración de una jornada, organizada por la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia, Asime, sobre reindustrialización. A ese respecto, han apostado por poner "ideas" sobre la mesa para fomentar el crecimiento de la actividad y del empleo, después de unos años que dejaron "tocadas" a muchas empresas.
Pero se ha ido más allá, y se ha apuntado la necesidad de hacer "autocrítica y reconocer errores del pasado", y mirar hacia otros países de Europa y cómo han gestionado la crisis. "Hay que mejorar la profesionalidad del sector", ha indicado.
Así, se ha afirmado que "el camino del naval y otras empresas del metal ha estado marcado por directrices muy concretas", basadas en que la economía de las empresas depende mucho de los salarios. "Pero hay muchas cosas de organización y otros aspectos, en las que se puede ahorrar más dinero que en los salarios", ha concluido.